Frente a mi ventana
cerrada pregunto al tiempo cuánto más he de vivir.
Las sombras anegan
mis persianas, y apenas marca una delgada raya la
claridad.
El reloj tiene
titubeos de corazón enfermo.
En un gesto
convulsivo se crispan mis manos sobre el papel.
Buscan apoyo en la
tierra.
***
Así desearía yo morir, como la luz de la lámpara sobre las
cosas, esparcida en sombras suaves y temblorosas.
De tanta angustia que me roe, guardo un silencio que se
unifica a la entraña del océano.
En la noche cuando
los hombres duermen, mis ojos haciendo tríptico con el farol del palo mayor,
velan con el fervor de un lampadario ante la inmensidad del universo.
El austro sopla
trayendo a los muertos cuyas sombras húmedas de sal acarician mi cabellera
desordenada. Agonizando vivo y el mar está a mis pies y el firmamento coronando
mis sienes.
Vida, sonriendo de tu tristeza me duermo y de tus celos de madre adoptiva. En tus ojos profundos ha rebrillado inconfundible la iniciación de mi ser astral.
Sólo una vez más se filtrará mi espíritu por tus alambiques de arcilla. Vida, fuiste regia, en el rudo hueco de tu seno me abrigaste como al mar y, como a él tempestades me diste y belleza.
Nada tengo, nada
dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo
había.
Sufrí y es el único
bagaje que admite la barca que lleva al olvido.
6 comentarios:
preciosa entrada e intensa mirada la de Teresa Wilms
un abrazo,
javi
"Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había": Verdaderamente extraordinario. Pocas palabras, corta edad, pero mucha sabiduría. Gaspar.
Querido Javi, efectivamente, intensa mirada la de esta poeta. Gracias por descubrírmela...
Un fuerte abrazo,
Arturo
Querido Gaspar, sí, es una hermosa expresión que señala una verdad profunda: por más castillos de cristal que nos montemos, por más máquinas retóricas que desarrollemos, siempre estaremos desnudos, inermes, frágiles como esta poeta.
Y sí, la poesía, en sus mejores versiones, es condensación de sabiduría...
En fin, gracias por pasarte querido hermano y un abrazo fuerte!
Arturo
maravilloso rescate de otra voz de mujer...
algo que se agradece en estos tiempos tan negadores de la diferencia y que tanto silencian a las mujeres...
(abro la última revista "Turia", en la que participan 19 poetas: 17hombres y 2 mujeres... en la parte de críticas a libros, hay 45 reseñas: 42 reseñistas hombres y 3 mujeres! Y este es sólo un ejemplo de una serie interminable!)
un abrazo grande y gracias por acercarnos estos íntimos naufragios...
Sí Stalker soy consciente de esa negación y desde que abrí este blog he intentado atender esa desigualdad e intentar revertirla, aunque falta muchísimo. Me consta que no es lo hegemónico, pero somos cada vez más (y desde luego te incluyo a ti como parte activa) lo/as que nos sentimos llamados a revertir esa injusticia de la omisión.
Esa reversión, más que reclamar un lenguaje políticamente correcto o una política de cupos, lo que exige es investigar más en la excelente poesía de mujeres que hay por todas partes, no bien uno rompe el cerco que fija la canonización de ciertos autores.
En fin, Teresa Wilms Montt es de esas poetas...
Un fuerte abrazo y gracias por pasarte!
Arturo
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