Arranca
las entrañas
donde los ojos
yerran en su silencio, y los trenes soportan
que los pinten
de memoria.
Esto es convertirse. Como un hombre
se convierte. Endurecido o reconcebido
a veces tal como queremos que nuestras vidas
lleguen a ser. “Me sea dado hacer esto
otra vez,
de otra manera”.
Puestos contra la pared
nos desprendemos el uno del otro
en esta herejía. Nos disputamos la vida
el uno al otro, como la historia. O al discurso común
del desastre, falto de rostro o nombre, le damos
el nuestro. Y son destruidos por las propias virtudes
de nuestra ignorancia.
No digo yo:
“Que el Estado joda
a sus maricas,”
sólo digo que ningún homosexual
quede sin follar, por motivos puramente
impersonales.
Estoy tratando de entender
la pesadilla de la economía. Por teléfono,
por correos, tengo miedo. Grito
pidiendo ayuda. Grito
pidiendo ayuda. Y nadie acude, nunca
acudió nadie. Ni una sola mano redentora
se ha ofrecido jamás,
ni siquiera contra el exceso
del lenguaje, ni una sola palabra
redentora, se ha escurrido de la carne
con la hermosa resolución imperfecta
capaz de liberarme de este opresivo contrato
de desolación.
O yo estoy equivocado
o lo está él. Está bien:
yo estoy equivocado, pero dadme alguien
con quien hablar.
Amiri Baraka
Traducción: Emma Fodevilla
SOURCE: Jones, LeRoi (Amiri Baraka). "Hegel", in Black Magic: Collected Poetry, 1961-1967 (Indianapolis; New York: The Bobbs-Merrill Company, 1969), pp. 23-24.
Hegel- by LeRoi Jones (Amiri Baraka)
Cut out
the insides,
where eyes
bungle in their silence, and
trains suffer
to be painted
by memory.
This is turning. As a man
turns. Hardened or reconceived
sometimes the way we wish our lives
would be. “Let me do this
again,
another way.”
Pushed to the wall
we fall away from each other
in this heresy. Dispute each other's
lives, as history. Or the common speech
of disaster, lacking a face or name, we
give it
ours. And are destroyed by the very
virtues
of our ignorance.
I am not saying,
“Let the state fuck
its faggots,”
only that no fag
go unfucked, for purely impersonal
reasons.
I am trying to understand
the nightmare of economics. On the
phone,
through the mails, I am afraid. I scream
for help. I scream
for help. And none comes, has ever
come. No single redeeming hand
has ever been offered,
even against the excess
of speech, no single redeeming
word, has come
wringing out of flesh
with the imperfect beautiful resolution
that would release me from this heavy
contract
of emptiness.
Either I am wrong
or he is wrong. All right
I am wrong, but give me someone
to talk to.