martes, 5 de agosto de 2014

«hasta convencernos de la inocencia»: tres poemas inéditos de Pilar Martín Gila

 
Brad Soucy

 
Así despuntó la mañana.

Nadie recuerda tan poca luz a estas horas. Un loco ha encontrado los ruidos del mundo y está llamando a todas las puertas. No tengo tanto miedo. Pero tampoco, tampoco conozco un amanecer tan oscuro. Puede ser alguna consecuencia del pasado siglo o la espalda extendida de una tarde

o el cuerpo del caballo
o esta cortina que roza sin parar el cielo.
Aún es temprano
para que los niños escapen cada noche
hasta convencernos de la inocencia.


Brad Soucy

 
Así despuntó la mañana.

Con las primeras luces, podríamos, sin duda, simular una esperanza y repetirla sin reservas cuantas veces sea necesario, abatida la memoria. Lejos, los que allá abajo beben todavía con la misma canción hasta que nada les ofrezca desconfianza.

Si finalmente se desvanece
y queda todo tranquilo,
tan claro
que no hay nada que ocultar
ni se adivina el río
en el agua derramada, su goteo,
el vaivén de la suerte
o el movimiento cansado del alma.
 
 
Brad Soucy

 
Así despuntó la mañana.
No recuerdo si este niño
era el cuerpo del caballo
o si los dos se dieron alcance


para pasar el sueño de pie, lo más cerca posible de un insensato baile, seguros como estamos de no poder dejar la razón en las cunetas sin que todo se vuelva más difícil.
 
De Otro año del mundo, Pilar Martín Gila (de próxima aparición en Ediciones La Palma).