lunes, 22 de junio de 2009

«Por qué escribimos» -un poema de Roque Dalton



-----------------------------Fotografía de Juan Pablo Borra
----
---
---
Por qué escribimos

Uno hace versos y ama
la extraña risa de los niños,
el subsuelo del hombre
que en las ciudades ácidas disfraza su leyenda,
la instauración de la alegría
que profetiza el humo de las fábricas.

Uno tiene en las manos un pequeño país,
horribles fechas,
muertos como cuchillos exigentes,
obispos venenosos,
inmensos jóvenes de pie
sin más edad que la esperanza,
rebeldes panaderas con más poder que un lirio,
sastres como la vida,
páginas, novias,
esporádico pan , hijos enfermos,
abogados traidores
nietos de la sentencia y lo que fueron,
bodas desperdiciadas de impotente varón,
madre, pupilas, puentes,
rotas fotografías y programas.

Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar bajo la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.

Preguntarán qué fuimos,
quienes con llamas puras les antecedieron,
a quienes maldecir con el recuerdo.

Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.




De La ventana en el rostro.

sábado, 13 de junio de 2009

Recital de Poesía: «Los refugiados del mundo»

RECITAL COLECTIVO DE POESÍA:
«LOS REFUGIADOS DEL MUNDO»

Viernes 19 de Junio, 19:30 hs.,
Centro LA GALLERA (frente a la Casa de la Cultura), Alzira.


Participan:

-Antonio Martínez i Ferrer
-Lucía Boscá
-Víktor Gómez
-Alicia Martínez
-Pedro Montealegre
-Vicent Camps
-Laura Giordani
-Arturo Borra

Y por si hubiera dudas sobre la herida irreparable que estamos produciendo con nuestra indiferencia, permítanme acompañar este poema con unas imágenes que apenas atestiguan el padecimiento de más de 15.000.000 de refugiados (por no contar los 25.000.000 de desplazados que ni siquiera pueden escapar a tiempo de sus países).


«Los regufiados» -Juan Carlos Mestre

Como si nadie oyese en la cripta del corazón las espinas del pájaro de la barbarie, nadie es nadie. Nadie el senador de los tirantes elásticos. Usted es nadie, sombrero de las recepciones, y vos pamela de la medusa, vuesa esquiva merced arrinconada en el trato con otra clase de nada. Nadie en la multiplicación son hoy los felices, y nadie el giróvago antílope que danza en los subterráneos. Yo soy nadie. Tú, el vocalista en la boca moderna de nadie. Y tú, poesía, oca viuda de los quitasoles, linterna de los espías tras la limusina de los ataúdes.


















A qué viene eso de la mancha de los espíritus, a cuento de qué decir ahora que tras esta compuerta aúllan en las bandejas los ojos del refugiado. Dicho así, el placer y los cubitos de hielo son corrupción en los recintos de música, fechas acuñadas en plata sobre los capítulos de la fatalidad.

Algún día lo que ahora escribo será inteligible. Algún día, en el perímetro de las cosas sabidas, la época de los sufrimientos que hicieron visible el mercado de las heridas será entendida como edad de una sábana rota, órbita de nuestra desnudez recubierta de insectos como lengua del gran pez moribundo.
















Cuando nadie sea ya nadie en la dentadura fósil del universo, y nadie, es decir, nosotros, los rumiantes en el dolor de los sobrevivientes, hayamos arrancado de raíz la palabra destino para referirnos a la compasión, hayamos enterrado los cargamentos de misericordia y las heces de hiena, hayamos aceptado la infamia como conducta de época.

Cuando nadie sea ya nadie y no haya huellas de nadie ni frutos de nadie en los mercados del pensamiento, esto se olvidará, esto también ha de ser olvidado por el magnetófono aéreo de lo que oscila en el cosmos, y la podredumbre de nuestro silencio y la bisutería de los diplomáticos alrededor de las fosas comunes.















Nadie es nadie, escritura de las elocuentes cifras que suman dolor al oprobio, cinta azul de los legajos de la minuciosidad. Nadie es nadie bajo la lente de los archiveros. Nadie con su puñado de tierra, el oferente y el lúcido, el préstamo de jerarca invisible en nosotros, huyendo en el taxi de la conciencia de los columnas de humo.

Para qué sirve entonces poesía de las hojas incendiadas por las pavesas de la justicia, viaje poesía de los herbolarios, mostaza de los cónsules que predicaron el amanecer. Hacia dónde, hacia quién, venerable Whitman, junto al apacible río de los pensamientos sagrados sumerge la mujer su criatura en el agua antes de la incineración.
























Como si nadie oyese las espinas del pájaro de la barbarie, parece ser que aquí nadie es nadie. Nadie el silencio y su caldero de cal sobre los desaparecidos. Codicia, eso dice aquí la palabra codicia.

J.C.M.

domingo, 7 de junio de 2009

«Nada» - un poema de Julieta Valero

Por Laura Giordani encontré a esta poeta que, para fortuna de muchos lectores, recuerda que otra poesía es posible en este revuelto principio de milenio.
Para ella, entonces, este poema herido.
A.B.





















Nada

En la fe que te tiene tu madre; contra el vinilo felino de su olor, contra su cielo
protector y esa dulce enfermedad que ella nombra con tu nombre
Nada.

Nada en la previsión del deseo y en su escritura.

En la calma que sucede a la coronación se restauran los relojes;
ahí, sobre la fría tarima de ese puente, Nada.

La brevedad que arrebata a perros y gatos abruma de indignación a un arcángel compasivo. Él no se prolongará mucho más y a estos tres dolorosos misterios
sucederá un silencio con nuevos personajes del que se deduce Nada.

Nada en la resaca de los cines, en la digestión de los juegos de pelota; sobre la
oferta del humus crece Nada. Incluso la idea y consumación de París, la idea y
consumación de los mares del sur y el refugio de la Historia son Nada.

Nada en la párvula ira ante el noticiero.
Los músculos y sed de justicia, la palabra lealtad, la palabra y el río duración se
comportan como olas. Eso duele, cuestiona el nivel del mar y certifica
ácidamente Nada.

En los voraces. En los voraces que son multitud y en la casa que les tiene cada cual.
En la noche que expanden y en la respuesta del arrabal con tambores de
hambre, deseo y odio puro. El episodio de la injusticia es hoy, el episodio de la
injusticia es uno y va convirtiendo sus nombres en Nada.

Los rincones limpios. Lo que cuesta regresar al silencio del lactante.
El que busca la eternidad en su huerto. El que tala durante años su alma y se encuentra un hueso blanco, de acero.
El que habla con Dios y no deja de afeitarse.
El insomnio del petróleo y el que sabe este secreto.
El deficiente, su suerte probable. El círculo en que el perverso se cumple.

Y el destino o historia del sudor, en fin, su final pequeño. Son Nada.

Y amor: en esta lengua muerta que nació y habrá de irse con nosotros.
En sus caderas prolongando el mediodía, en tus caderas como tábano infligiendo
mortal soledad.
Donde corazones semejantes liban su debilidad como llagas preciosas.

En toda tierra prometida, en toda vida ausente.

Julieta Valero

domingo, 31 de mayo de 2009

Tres poemas de Georg Trakl





Lamento

Sueño y muerte, las águilas sombrías
aletean en torno a esta cabeza
toda la noche: el gélido oleaje de la eternidad
devoraría la dorada imagen
del hombre. En escollos de espanto
el purpúreo cuerpo se estrella. Una voz
oscura se lamenta
sobre el mar.
Hermana de tristeza tormentosa
mira, una barcaza con temor se hunde
bajo las estrellas,
el silencioso rostro de la noche.















En un viejo álbum

Regresas siempre, tú, melancolía,
Oh dulzura del alma solitaria.
Hasta el fin se consuma un día dorado.

Humilde, con paciencia, ante el dolor se pliega,
Sonando de armonías y de dulce locura.
¡Mira! ¡Ya se hace de noche!

Vuelve otra vez la noche, un mortal gime
Y otro comparte su dolor.

Temblando bajo estrellas otoñales,
Cada año más se inclina la cabeza.


***

OSCURA es en la noche la canción de la lluvia primaveral,
bajo las nubes, los aguaceros de flores rosadas de peral,
engaños del corazón, canto y locura de la noche.
Ángeles de fuego, que brotan de los ojos de los muertos.
--------

domingo, 24 de mayo de 2009

Sobre la descarada manipulación de las declaraciones de Gamoneda sobre Benedetti



Extraído de Faro Gamoneda. Para ir al blog, pincha aquí.


Los diarios El Mundo (en su edición en papel) y Público han propiciado estos días una absurda polémica, manipulando descaradamente unas declaraciones de Antonio Gamoneda sobre la poesía de Mario Benedetti.
De la "forzada" polémica se han hecho eco algunos blogs de poetas, periodistas, editores y críticos bastante serios, de los que ofrecemos una pequeña relación:

Crítica poética y contracrítica (Colectivo Adisson de Witt / ‘Gamoneda y Benedetti’).

Pepo Paz (El editor en su laberinto / ‘Matar al poeta: Gamoneda-Benedetti’)

Aben Yusuf (: ‘La verdad sea dicha sobre cierta poesía española’)
---
José Manuel Ruiz Martínez (Omphalos crítico / ‘Benedetti, Gamoneda, y la poesía’)
---
Angélica Tanarro (Calle 58-Blog de la periodista de El Norte de Castilla / ‘Una actitud nada común’)
---
sopadepoetes(’¿polémica gamoneda respecto a benedetti? no hay tema. benedetti descansa en paz’)
~ ~ ~

He aquí las declaraciones de Gamoneda sobre Benedetti, tal como las reflejaron algunas agencias y también el diario El País:

"Su muerte me ha entristecido. Era un hombre necesario que destacó por su honradez intelectual y capacidad de crítica. Lo que intentó hacer lo hizo bien. Cumplió su propósito ampliamente. Respeto su manera de entender la poesía pero no la comparto. Para mí, la palabra meramente informativa y la crítica moral tiene su lugar en los periódicos, en la televisión, en los púlpitos si se quiere, pero la modalidad esencial del pensamiento poético no es ni reflexiva ni crítica sino un tipo de otra naturaleza, y determina un lenguaje que también es de otra naturaleza".

Añadimos, también, unas declaraciones del escritor gallego Méndez Ferrín sobre este asunto, publicadas en El Faro de Vigo:

El escritor gallego Xosé Luis Méndez Ferrín conoció a Benedetti durante una visita del poeta a Vigo para participar en el CLUB FARO en 1994. Él fue el encargado de presentarlo. "No me decepcionó en absoluto la idea que tenía sobre su persona; era paciente, bondadoso e inteligente y no creo, en absoluto, que su poesía fuera vulgar; es realista, comunica y tiene calidad", asegura Ferrín. Sin embargo, el literato gallego no condena las palabras de Gamoneda, que asegura están exentas de elitismo. "Habla desde su libertad y verdad y eso no es condenable. Además, esa opinión no tiene nada que ver con su persona, sino con una distinta manera de concebir la poesía", advierte.Para Ferrín, la figura de Benedetti "representa el prototipo de intelectual de izquierdas en América Latina, polifacético. Era una persona amigable, próxima, generosa y muy inteligente; tal vez la poesía no sea su aportación más importante, ya que no hay que olvidar su obra como prosista, ensayista y articulista", explica.Aquel primer encuentro en Vigo, que se alargó hasta altas horas de la noche, fue para Ferrín "inolvidable". "Si hubiéramos vivido en los mismos escenarios, habríamos sido buenos amigos", asegura.

Y descanse en paz Benedetti, un poeta y un ser humano entrañable y, sobre todo, muy querido.

martes, 19 de mayo de 2009

CINE Y POESÍA (IV): "Blade Runner".














"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. (…) Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".

Hay escenas que dejan su marca indeleble, por conmovedoras, imprevistas y mágicas. Algunos de esos hallazgos, de forma algo sorprendente, proceden de esa inmensa fábrica serial y banalizadora de Hollywood, caracterizada por sus estropicios rentables.
Pero no todo es olvidable por su lugar de producción. Y aunque la afirmación no esté exenta de polémicas, así me pareció hace tiempo una de las escenas finales de Blade Runner de Ridley Scott (inspirada por una novela de Philip Dick y deudora de la sobresaliente Metrópolis de Fritz Lang), en la que los roles habituales –los papeles asignados- son repentinamente trastocados. Me refiero a la lucha a muerte entre un cazador de replicantes (encarnado por Harrison Ford) y un replicante (Rutger Hauer) que se resiste a morir. Las fronteras entre lo humano y lo maquínico, aunque no desaparecen, se hacen más difíciles de identificar. Mientras unas máquinas antropomórficas lloran, se estremecen e incluso se autolimitan por compasión, los humanos se deshumanizan o, lo que es peor, muestran el costado pernicioso de sí mismos, al punto ya de no poder identificarse con el otro. Extraña paradoja -puesta en evidencia hace más de dos décadas (1982)- que dista de ser una mera especulación sobre las distopías del siglo XXI. Más bien, sigue lanzándonos a la cara la interrogación por la condición humana, ya no como cuestión abstracta, sino como una problemática apremiante, como una urgencia vital. Con música compuesta por Vangelis, ahí van estos fragmentos poéticos –en tanto despliegan una estética de las formas visuales y sonoras- que constituye, además, un ejemplo del potencial crítico del cine. Comparto entonces esa escena, con la promesa de volver sobre otras menos conocidas pero no menos bellas.
A.B.


domingo, 10 de mayo de 2009

Tres poemas de Eduardo Milán

"La poesía es una cantidad considerable de pérdida. Trabajar con la pérdida es lo más difícil que hay. Hay que pararse ante los oidores –raros los escuchas, empalidecen de raros- y decir: «La poesía es pérdida. ¿Quieres perder?» El que queda te lee”.

“Toda escritura nace de una herida que nunca cicatriza
porque su abertura es la posibilidad de la escritura”.

Eduardo Milán
















hora de decir
no con los dedos
hora de decir
tartamudeó el habla

sonó, cortó el desierto
hora cortada
desierto paró, que lo parió la hora

arena, que negó la parte





---------

---------

---------

---------

---------

-el extranjero que parte a extranjero

llega a sí

mismo, nuez

inmóvil –vuelta al mundo

-por la mitad
ambas cuencas de la cáscara

---





poema medio hecho espera afuera
no se emplea a fondo, a armarse a sí mismo
para un porvenir que resistirá, es necesario
una revolución, quizás, por aquí, por allá
aquí –tantea, tantea
pasa un olímpico con el encendido
al mismo tiempo pero en otro-
tanta cinismo, nieve completa, copó
los amplios espacios sin afecto
donde, adentro, ahí, se redacta la letra de cambio
el cambio de letra de la especie oso
ella se lleva entre las patas a la otra hacia abajo
-asómate a la rincona
verás que sube un aire medio cómplice, apagado
de los extinguidos de hoy en día
o que por ese camino van-
mientras tanto pega con las mismas en el vidrio, quiere entrar.

--

--

Para más poemas, aquí; para acceder a entrevista, aquí.

***

Eduardo Milán nace en Rivera, Uruguay, en 1952. Desde 1979 reside en México, una vez abandona su país natal para alejarse de la persecución política de los regímenes militares que gobernaron Uruguay entre 1972 y 1985. En 1997 obtuvo el importante Premio de Poesía Aguascalientes.

Ha publicado una docena de libros de poesía: Estación, estaciones (Banda oriental, Montevideo,1975), Esto es (1978), Nervadura (Ediciones del Mall, Barcelona, 1985), Cuatro poemas (1990), Errar ((El Tucán de Virginia, México, 1993), La vida mantis (El Tucán de Virginia, México, 1993), Nivel medio verdadero de las aguas que se besan (Ave del paraíso, Madrid, 1994), Algo bello que nosotros conservamos (Vitoria, México, 1995), Circa 1994 (Práctica mortal, México, 1996), Son de mi padre (Ediciones Arlequín, México, 1996), Alegrial (Ave del paraíso, Madrid, 1997), Razón de amor y acto de fe (Visor, Madrid, 2001), Querencia, gracia y otros poemas (Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2003), Acción que en un momento creí gracia (Igitur, Tarragona, 2005) e Indice al sistema de arrase (Baile del Sol, Canarias, 2007).

Su labor como crítico literario se vincula a revistas como «Vuelta», dirigida por Octavio Paz y ha participado como antólogo en varios proyectos, incluyendo el libro colectivo Pulir Huesos de Ediciones Hidalgo.

Como ensayista ha publicado los libros Una cierta mirada (UAM, México, 1989), Insistencias sobre el presente poético (Luz azul, México,1994, 2004), Justificación material (FCE, México, 2004) y Resistir (Fondo de Cultura Económica, México, 2004), entre otros.