sábado, 13 de junio de 2009

Recital de Poesía: «Los refugiados del mundo»

RECITAL COLECTIVO DE POESÍA:
«LOS REFUGIADOS DEL MUNDO»

Viernes 19 de Junio, 19:30 hs.,
Centro LA GALLERA (frente a la Casa de la Cultura), Alzira.


Participan:

-Antonio Martínez i Ferrer
-Lucía Boscá
-Víktor Gómez
-Alicia Martínez
-Pedro Montealegre
-Vicent Camps
-Laura Giordani
-Arturo Borra

Y por si hubiera dudas sobre la herida irreparable que estamos produciendo con nuestra indiferencia, permítanme acompañar este poema con unas imágenes que apenas atestiguan el padecimiento de más de 15.000.000 de refugiados (por no contar los 25.000.000 de desplazados que ni siquiera pueden escapar a tiempo de sus países).


«Los regufiados» -Juan Carlos Mestre

Como si nadie oyese en la cripta del corazón las espinas del pájaro de la barbarie, nadie es nadie. Nadie el senador de los tirantes elásticos. Usted es nadie, sombrero de las recepciones, y vos pamela de la medusa, vuesa esquiva merced arrinconada en el trato con otra clase de nada. Nadie en la multiplicación son hoy los felices, y nadie el giróvago antílope que danza en los subterráneos. Yo soy nadie. Tú, el vocalista en la boca moderna de nadie. Y tú, poesía, oca viuda de los quitasoles, linterna de los espías tras la limusina de los ataúdes.


















A qué viene eso de la mancha de los espíritus, a cuento de qué decir ahora que tras esta compuerta aúllan en las bandejas los ojos del refugiado. Dicho así, el placer y los cubitos de hielo son corrupción en los recintos de música, fechas acuñadas en plata sobre los capítulos de la fatalidad.

Algún día lo que ahora escribo será inteligible. Algún día, en el perímetro de las cosas sabidas, la época de los sufrimientos que hicieron visible el mercado de las heridas será entendida como edad de una sábana rota, órbita de nuestra desnudez recubierta de insectos como lengua del gran pez moribundo.
















Cuando nadie sea ya nadie en la dentadura fósil del universo, y nadie, es decir, nosotros, los rumiantes en el dolor de los sobrevivientes, hayamos arrancado de raíz la palabra destino para referirnos a la compasión, hayamos enterrado los cargamentos de misericordia y las heces de hiena, hayamos aceptado la infamia como conducta de época.

Cuando nadie sea ya nadie y no haya huellas de nadie ni frutos de nadie en los mercados del pensamiento, esto se olvidará, esto también ha de ser olvidado por el magnetófono aéreo de lo que oscila en el cosmos, y la podredumbre de nuestro silencio y la bisutería de los diplomáticos alrededor de las fosas comunes.















Nadie es nadie, escritura de las elocuentes cifras que suman dolor al oprobio, cinta azul de los legajos de la minuciosidad. Nadie es nadie bajo la lente de los archiveros. Nadie con su puñado de tierra, el oferente y el lúcido, el préstamo de jerarca invisible en nosotros, huyendo en el taxi de la conciencia de los columnas de humo.

Para qué sirve entonces poesía de las hojas incendiadas por las pavesas de la justicia, viaje poesía de los herbolarios, mostaza de los cónsules que predicaron el amanecer. Hacia dónde, hacia quién, venerable Whitman, junto al apacible río de los pensamientos sagrados sumerge la mujer su criatura en el agua antes de la incineración.
























Como si nadie oyese las espinas del pájaro de la barbarie, parece ser que aquí nadie es nadie. Nadie el silencio y su caldero de cal sobre los desaparecidos. Codicia, eso dice aquí la palabra codicia.

J.C.M.

4 comentarios:

Leonardo dijo...

La tragedia de la Historia nunca se detiene, y un poema no puede nada contra ella, y no puede hacer nada por aquellos que no pueden oîrla, pero la poesía debe seguir siendo un combatiente, pese a todo, y levantarse de las ruinas y de los muertos y caminar y caminar con la caravana.
Saludo a la inciativa y a los participantes.

Arturo Borra dijo...

Querido Leonardo, bien dices: "tragedia" histórica, históricamente evitable, a pesar de insistir con todos sus muertos.
Un poema no puede hacer nada por sí sólo, pero si alguien se lo apropia, entonces, el poema puede ser también una herramienta, una forma de combate, un modo de posicionarse ante tanto dolor socialmente producido. Quizás ellos no puedan escucharnos, pero seguiremos gritando, para aquellos que sí pueden oírnos y modificar, aunque sólo sea parcialmente, esa experiencia traumática que atraviesan millones. Caminar con la caravana, como decís.
Gracias como siempre por tu paso y a ver si estos días puedo pasarme por tu casa virtual.
Un abrazo,
Arturo

rubén m. dijo...

"Desplazar los énfasis para interrogar eso que aparece como evidente, y en la evidencia se juega todo". Las monjas de "La nave va" que cierran las cortinas... Estoy escuchando tus palabras a través de "A golpe de luna", es estupendo ponerte timbre y voz.

Un abrazo

Arturo Borra dijo...

Hola Rubén, gracias por ayudarme a disipar ese sentimiento ambivalente que a veces queda...
Me alegra saber que a pesar de ese resto, la entrevista te invita a seguir.
Así que gracias otra vez y me alegra que, gradualmente, podamos ponernos voz, timbre y ¿por qué no? hacernos presentes en el espesor de lo cotidiano.

Un fuerte abrazo,
Arturo