miércoles, 16 de abril de 2008

«El papel cuadriculado» (fragmentos) -Louis Aragón

Cuánto hace que aquellas palabras hendieron mis labios
Con sigilo de lobo sobre la nieve
Tal vez siete años y aún
Sigo esperando que sea subvertido el tiempo
Condenado durante todos estos años
Siete años apenas y ya la lengua del hombre
Es para sí misma amarga ah qué largo aprendizaje el de callar
Finalmente


Nada aprendí de todo lo que he visto lo he visto
En vano Lo he bebido como un vino
Demasiado rancio sin gusto ni calor un vino vacío un vaso
Volcado sobre la vida un vinagre
De todo desabrido salvo de amargura

Largaos de mí no obtendreís ni aun la menor
Esperanza En otro lado buscad a aquel
Que miente y dadle las gracias por haber mentido
Su menta Yo
Me marcharé no guardando añoranza más profunda que la
de no haber sabido decir lo peor
La de dejaros pese a todo no sé qué versión de las cosas
E incluso entregaros esto como una cancioncilla
Que se ha sentado por el camino sobre una carreta sin
Notar el ataúd que carga y que las piedras bambolean
Largaos a hacer melindres a las orillas del crimen
A la ciega sombra de los relojes
Y haced si es que podéis de todo eso música
Marchad sobre vuestros muñones amputados Bailad bailad
En corro Cantad la Marjolaine o Dios sabe qué cosas
Para que por un instante uno se crea
A la vera de las fuentes






Louis Aragon (París, 3 de octubre de 1897 - 24 de diciembre de 1982) fue un poeta y novelista francés. Después de participar en el dadaísmo, fue uno de los fundadores del surrealismo junto a André Breton y Philippe Soupault. Posteriormente militó en el Partido Comunista Francés, en el que permaneció el resto de su vida aunque sin perder su espíritu crítico (Odes à Maurice Thorez). Estuvo con Robert Desnos, Paul Éluard, Jean Prévost, Jean-Pierre Rosnay y algunos otros, entre los poetas que tomaron decididamente partido, durante la Segunda Guerra mundial, por la resistencia contra el nazismo (Le Crève-Coeur).

Su poesía está inspirada desde los años 1940 por el amor a su esposa, Elsa Triolet (Les Yeux d’Elsa), cuñada de Maiakovski. Su obra lleva también entrelazada la secreta herida de no haber sido reconocido por su padre, Louis Andrieux, diplomático, 30 años mayor que su madre, que decidió, para preservar el honor de su familia y de su amante, hacerlo pasar por su hermano pequeño. Evoca lo que fue el secreto de su vida en el libro de poemas titulado Domaine Privé. Poeta del amor, Aragon firma una obra poética plural, en la que el verso libre disputa con la poesía la manera de renacer. Su producción novelística se adapta a los variados estilos de su siglo: novela dadaísta, novela realista, nueva novela, etc.
Elegido Académico de la Goncourt en 1967, dimitió al año siguiente.
Fue inhumado en el parque del Molino de Villeneuve, de su propiedad, en Saint-Arnoult-en-Yvelines, al lado de su mujer Elsa Triolet que reposa allí desde 1970.


Obras

Poesía

Fuego de alegría (1920)
El movimiento perpetuo (1925)
Los ojos de Elsa (1942)
Elsa (1959)
Loco por Elsa (1963)
Habitaciones (1969)

Ensayo


Tratado de estilo (1928)


Novelas

Aniceto o el panorama (1921)
El campesino de París (1926)
Las campanas de Basilea (1933)
Los bellos Barrios (1936)
Los comunistas (1949-1951)
Aurélien (1945)
Semana santa (1958)


«Elementos» -un poema en prosa de René Char




Aquella mujer apartada del trasiego de la calle tenía a su hijo en brazos como lleva un volcán semiextinto su cráter. Las palabras que le confiaba recorrían lentamente su cabeza antes de perforar la letargia de la boca. Manaba de estos dos seres, uno de los cuales no pesaba mucho menos que la cáscara de una estrella, un cansancio oscurso que pronto iba a perder su rigidez y se deslizaría hacia la disolución, ese acabamiento precoz de los miserables.
A ras del suelo la noche penetraba ligera en su carne titubeante. A sus ojos los mundos habían dejado de confrontarse, si es que alguna vez lo hicieron.

En esta mujer todavía joven debía de tener su raíz un hombre, pero él permanecía invisible como si el horror, al cabo de sus fuerzas, se hubiera detenido en ese punto.

El entusiasmo egoísta, licencia para los idiotas y los tiranos, que callejea simepre por las mismas zonas iluminadas de su barrio, es apostema; la vulnerabilidad que se atreve a descubrirse nos compromete íntimamente.

Puedo entrever el día en que algunos hombres que no creerán ser generosos ni haber cumplido tras conseguir expulsar el abatimiento y la sumisión al mal del trato con sus semejantes, al mismo tiempo que haber alcanzado y dominado los poderes de chantaje que les desafiaban por todas partes, puedo entrever el día en que algunos hombres emprenderán sin trampa el viaje de la energía del universo. Y como la fragilidad y la inquietud se alimentan de poesía, a su vuelta se pedirá a esos altos viajeros que tengan a bien acordarse.


René Char, Poesía Esencial, Galaxia Gutenberg (Edición bilingüe de Jorge Riechman), España, 2005.


Reseña biográfica

Poeta francés nacido en Isle-sur-Sorgue, en 1907.
Pertenece a lo que podría llamarse segunda generación surrealista iniciada en 1929, coincidiendo con la primera crisis señalada por el segundo manifiesto de Breton aparecido ese año. En 1934, debido a su afán de perfección formal, se alejó paulatinamente del movimiento surrealista.
Durante la ocupación de Francia por los alemanes, se destacó como capitán de maquís en la resistencia, y allí aprendió, según él mismo dice, "a amar ferozmente a sus semejantes". De esta experiencia en la lucha clandestina surgió su gran obra poética "Páginas de Hypnos".
Es uno de los poetas cuya fama ha crecido rápidamente en los últimos años. Elogiado ampliamente por la crítica, ha sido (y es) considerado como uno de los máximos poetas de Francia. Falleció en 1988.



Obras

Cloches sur le coeur, (1928).
Con André Breton y Paul Éluard, Ralentir: travaux (1930).
Le marteau sans maître (1934).
Afuera la noche es gobernada (1938).
Solos permanecen (1945).
Feuillets d'Hypnos (1946).
Furor y Misterio (comprende su poesía completa entre 1938 y 1947).
Los Matinales 1950).
Art bref (1950).
El sol de las aguas (1951)
Búsqueda de la base y de la cima (1955),
Lettera amorosa (1953).
Retour amont (1966).
Sans grand'peine (1973).
Chants de la Balandrane (1977).
Común Presencia (1964)
Vuelta atrás (1966)
La noche talismánica (1972)
Aromas cazadores (1975).
Obras completas (1983).

lunes, 14 de abril de 2008

Una imagen del 14 de abril: Proclamación de la República


















¿Quién no se preguntó qué hubiese ocurrido si esa República, encarnada en unos grupos políticos y sociales específicos, no hubiese sido brutalmente derrocada?

Si la derrota no sólo se mide por sus muertos o por los que abandonaron el campo político, sino también por aquello que hace impensable, entonces, interrogarse aún por esta otra historia es abrir una grieta a un sistema que, en una dimensión ideológica, se presume indiscutible: es volver a cuestionar la plenitud del presente, para devolverlo a su contingencia histórica.

A.B.

viernes, 11 de abril de 2008

Eduardo Milán en Valencia- Recital Martes 15 de Abril en la Universidad Politécnica.

















El poeta uruguayo Eduardo Milán dará un recital en el Paraninfo de la Universidad Politécnica de Valencia el próximo Martes 15 a las 20:00 hs. Una oportunidad única de escuchar al poeta y dialogar con él. Presentará a Eduardo Milán el poeta Antonio Méndez Rubio.

La palabra del mundo: ganó el afuera

la palabra interior, no vista
ni victoriosa, sin distancia
ni comienzo, suspendida en su pérdida
ante los ojos. Todos los ojos
están fijos en las cosas del mundo,
los pájaros incluso. Pero incluso
tiene algo secreto que la guarda,
mira hacia adentro, la mira:
está siendo mirada por el ojo del pájaro
la palabra interior, tensa.

Para escuchar el poema en la voz de Eduardo:
http://www.palabravirtual.com/bio.php?ir=ver_voz.php&wid=1567




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Eduardo Milán (Uruguay, 1952), actualmente considerado uno de los poetas más significativos en lengua española.
Acaba de compilar Pulir Huesos (Galaxia gutenberg, 2007), una muestra de escrituras de autores latinoamericanos nacidos entre 1950 y 1965. En la última parte del prólogo, apunta Eduardo Milán: “El intento de transmitir un determinado lapso temporal de escritura no implica el esclarecimiento de su problemática y menos su simplificación. Por el contrario, a veces el planteo de una realidad de escritura en este tiempo parece colaborar con el oscurecimiento, si no de la escritura, del tiempo que planteo”. La presente muestra - inhabitual y atractiva – hace posible un importante llamado de emergencias y radicalidades, materializadas en las poéticas presentadas, que conviven en este mundo, cercado de conflictos e incertidumbres. En la siguiente entrevista, Milán reflexiona sobre la conciencia crítica del lenguaje en las poéticas presentadas, los destiempos posibles en el presente y momentos clave en la poesía latinoamericana.

miércoles, 9 de abril de 2008

«Arte poética» -Vicente Huidobro




















Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios.




Breve biografía de Vicente Huidobro
Poeta y narrador chileno nacido en Santiago en 1893.
Perteneció a una familia de rancia aristocracia donde siempre se respiró un gran ambiente intelectual. Antes de cumplir los veinte años publicó su primer libro de poemas, «Ecos del alma», donde dejó entrever el modernismo que declaró oficialmente en su manifiesto «Non Serviam» en 1914.
Está considerado como uno de los poetas vanguardistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Creó y difundió con mucho éxito la corriente del «Creacionismo», en la que se resume lo mejor del cubismo y el futurismo.
Vivió en París donde trabó amistad con grandes vanguardistas de la época como Apollinaire, Jean Cocteau, André Bretón, Picasso y Juan Gris.
Entre sus obras destacadas pueden señalarse, «Altazor» 1931, «Temblor de cielo», «Poemas árticos», «Ecuatorial», «Tour Eiffel» y «Hallali».
Falleció en 1948.

jueves, 3 de abril de 2008

Un poema de Ana María Espinosa



















Un nudo de hojas oscuras
habitan el amor y el dolor.
Nada más
Víktor Gómez




Brote verde que ansía luz.
La primavera es un tallo.

Camino por una calle
que me desconoce
me muevo en una ciudad
que no me habita
respiro en un planeta
que no me pertenece
pero que me condena
a destruirlo cuando
lo que amo es la belleza
la reconstrucción
y sueño con otros lugares
pero me son ajenos.
Sigo caminando pero
no sé a dónde,
o si acaso
he dejado marcada
alguna huella.

La primavera es un tallo de armonía
un brote del infierno que habitamos.

Ana Mª Espinosa

"La poesía evolucionará como lo hacen todas las artes y se adaptará a las mil maravillas a los nuevos tiempos. De hecho ya lo está haciendo y quizá, a través de la imagen, llegue a más gente de la que habitualmente lo hace en la actualidad. Este es mi reto personal también, llevarla, extenderla, divulgarla, pues sin ella la humanidad está perdida, y hoy en día se están olvidando muchos valores necesarios para el respeto y la convivencia. Sólo el arte y el amor elevan al hombre por encima del hombre".
Ana María Espinosa, poeta jerezana.

http://pintandoversoslibro.blogspot.com/

http://pintandoversosii.blogspot.com/



viernes, 28 de marzo de 2008

«Libélula» - Joaquín Giannuzzi





Aquí, en el único mundo posible,
sin disponer de otra luz
y agonizando por ella, combatí
para no caer en mi cono de sombra
buscando incesante
una ventana hacia el sentido.
Esta libélula, con sus hélices
desesperadas, entró por error
en la habitación y ahora
se debate contra el vidrio
para colmar su cruda necesidad de sol.
Allá espera su única mañana posible
en la que sin embargo sonará
como el real zumbido de una vida interminable.


De Obra poética, Emecé, Buenos Aires, 2000.
Joaquín Giannuzzi, poeta y periodista argentino.
Nació en 1924 en Buenos Aires y murió en 2004 en la provincia de Salta. Su obra ejerció una gran influencia en poetas de las generaciones posteriores. Comenzó estudios de ingeniería pero los abandonó para estudiar periodismo. Escribió desde noticias policiales hasta críticas literarias en los diarios Crítica, Crónica, Clarín y La Nación.

En 1958 publicó "Nuestros días mortales" y ganó el premio de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1962 empezó a colaborar con la revista Sur que dirigía Victoria Ocampo. Por esa época publicó "Contemporáneo del mundo". En 1967, "Las condiciones de la época" y en 1977, "Señales de una causa personal". En 1980 apareció "Principios de incertidumbre"; en 1984, "Violín obligado" y en 1991, "Cabeza final". Su último libro, "¿Hay alguien ahí?", se publicó poco antes de su fallecimiento en enero de 2004.

Giannuzzi ganó los premios Municipal y Nacional de Poesía. Fue un hombre de vida austera y ejercía un suave humor negro. La alusión al entorno social y cotidiano, la muerte, la incertidumbre, fueron frecuentados por su poesía tersa y de sorpresivos remates.

El crítico Mario Sampaolesi escribió: "Abrirse a la obra de Joaquín Giannuzzi es, de alguna forma, exponerse a la constatación de que la poesía - esa escritura de la incertidumbre pero también de la intensidad, esa escritura del no saber, del desconocimiento, esa escritura que habla también de su contrario - puede convertirse en una experiencia concreta. Todo en la poesía de Giannuzzi, impulsa hacia el mundo real; un mundo sólido, compacto, por momentos opresivo; un mundo donde el sentimiento dramático de la vida adquiere consistencia; un mundo en el cual los objetos revelan - al ser reconocidos en su completa dimensión de objeto - la propiedad central de su desnudez, de su despojamiento, de su precariedad."
Así escribía: "Sobre el pasto declinante / un grillo se arrastró hasta mi sombra / y se detuvo, perplejo, / ante una amenaza de disolución. / Después se aplastó, buscando / su propia tumba / y sintió cómo el mundo se enfriaba. / Así fue el comienzo / de la verdad de un año que no amé".