domingo, 19 de diciembre de 2010

«Nubes tristísimas» -poemas de Idea Vilariño


Foto: ParkerHarrison


Inútil decir más.
Nombrar alcanza.
Idea Vilariño

Constante despedida

Estos días
los otros
los de nubes tristísimas e inmóviles
olor a madreselvas
algún trueno a lo lejos.

Estos días
los otros
los de aire sonriente y lejanías
con un pájaro roto en un alambre.
Estos días
los otros
este amor desgarrado por el mundo
esta diaria constante despedida.

De Pobre mundo.


25

Estoy
y arrecia el viento
y truena
y llueve
y canta el mar
y estoy aquí
nadie
sin nadie.


45

Como el que desvelado
a eso de las cuatro
mira con ojos tristes
a su amante que duerme
descifrando la vieja eterna estafa.

De No.


Los adioses

Morirse
no morirse
y estarse triste repartiendo adioses
moviendo
adiós
apenas
el pobre corazón como un pañuelo.

De Nocturnos.


Idea Vilariño

8 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Releer a Idea Villarino, es recrearse en la belleza de la sencillez. Un placer, Arturo.

Gracias por traerla. Y un abrazo para ti.

Soco

Arturo Borra dijo...

Querida Soco, belleza de la sencillez, como bien decís, a lo que agregaría: tras un arduo desprendimiento.

Aunque la poesía de Villarino me resulta muy dispar, con puntos más bien reiterativos y de escaso relieve, hay zonas de gran intensidad que difícilmente pueden dejarlo a uno indiferente. Con todo su dolor a cuestas, con sus nubes insistentes.

Mil gracias a vos por pasarte. Va un abrazo fuerte,

Arturo

PD: como topo que soy, suelo andar más bien subterráneamente, pero ya me asomaré por tu casita, en la que también hay mucho por descubrir.

leonardo dijo...

No hace mucho tiempo descubrí a Idea Vilariño, extraordinaria poeta. Cada palabra cae en el verso como una gota límpida, como la más sencilla de las gotas de una nube de un cielo surcado por la poesía, y ese goteo impecable construye el poema. No puede uno más que apreciar (y celebrar) la sencillez, la ausencia total de grandilocuencia, dejarse mojar por las palabras, empaparnos hasta que la mirada del poema se agua en nuestros ojos abiertos.
"Inútil decir más", lenguaje a secas, sin articulaciones (y, 1 con, 1 por), ausencia de verbos en 'Estos días'... la 'descarnación' de la lengua celebra su mismísima potencialidad para decir lo esencial, lo pequeño, lo íntimo, la interiorización vertiginosa del paisaje (25), la soledad del hombre, soledad que alcanza en Vilariño un hito en su expresión : Sólo el lenguaje desnudo, habitado por su propio peso puede decirla.
Con entradas así ¿cómo no seguir habitando este tu espacio?
Un abrazo

Víktor Gómez Valentinos dijo...

no diré poesía del silencio, sino la silenciosa huella de la poesía, ese cúlmen de la palabra que aligera lastres y artificios y bucea en aguas profundas con la sola luz de su cuerpo. con cuánta dulzura y ritmo se mueve, ondula tristes ecos de una vida plena, de un saberse privilegiada y a su vez destinada a la extinción.

Idea Vilariño, traquea cristalina, ojos de bruno azul, hunde su verso hasta las entrañas del lector y sonrie su aún no asfixiada travesía con materia de dolor y amor, con melancolía y lirismo.

Un abrazo,

Víktor

Arturo Borra dijo...

Querido Leonardo, si "nombrar alcanza", entonces, como has remarcado, casi todo sobra.

Hace unas semanas he leído su obra completa y aunque me ha parecido algo irregular, tiene poemas profundamente conmovedores, desolados, nubes tristes que llueven sobre nosotros. O su goteo incesante, su laconía y su balbuceo.

Estas cualidades que remarcás (sencillez, ausencia de grandilocuencia, desgarramiento) forman parte de una poesía que no se refugia en la altura. Las nubes aquí evocadas hablan de lo bajo, del dolor, de la lluvia que empapa todo lo humano.

Gracias de corazón por seguir habitando este espacio que quiere la humedad de la que nace lo valioso.

Va un abrazo enorme,

Arturo

Arturo Borra dijo...

Querido Víktor, huella silenciosa de la poesía, decís, y podríamos seguir dándole vueltas al asunto y decir: en la poesía persiste la huella del silencio, la poesía es esa condensación de los silencios que atraviesan la palabra.
La poesía como culmen del lenguaje, justamente en todo lo que hay de irrespirable ahí. La imagen puede cambiar. Ser sima (grieta, hondonada), pero persistirá ese punto donde no queda espacio ya para la elocuencia.

Quizás esto valga también para Idea Vilariño. Para su lluvia, para esa constatación interminable de nuestra extinción y también la celebración de esos temblores arrebatados a la tristeza.

Gracias por mojarte con estas nubes trisísimas, pero llenas de belleza también.

Un abrazo fuerte,
Arturo

Stalker dijo...

Idea siempre nos da

poesía que reniega de la usura y entrega su desnudez

no otra cosa es acercarse

un abrazo

Arturo Borra dijo...

Querido Stalker, sí, poemas sin usura, esa desnudez que es también vulnerabilidad, mostrarse así, para qué más...

Siempre es una alegría saberte por aquí, asomándote a estas escrituras vulneradas.

Va un abrazo enorme,
Arturo