lunes, 22 de noviembre de 2010

Un diálogo entre Víktor Gómez y Antonio Méndez Rubio

-I-

EDUCAR EN LA SOSPECHA,
enseñar a mirar, a no ver,
preparar para la rotura,
abrir en la ruidosa ciudad
archipiélagos en silencio,
estancia que es vuelo, vuelco, balconada,
convidar a la lentitud, a la atención,
a la espera y a la incertidumbre,
negar la facilidad de lo previsible,
cambiar techo por cielo abierto.
besar la nieve, no las huellas, amoratar
los labios e insistir,
volver e irse y volverse a ir, sin fin, sin reticencias.


Víktor Gómez, Huérfanos aún (Baile del Sol, 2010).





Es después
de toda la oscuridad
sabida insuficiente, libre, luego
de que no pase nada,
cuando sobreviene ese turno
final
de volver a algún hogar ausente,
sin causa reconocida,
a deshora o con el cuerpo frío
por el alba en silencio. Tras
pensar el esplendor
de la ruta posible, nada ni
nadie nos
quita el sueño o
espera para hablar del día.
No hay, en la mesa de tablas,
rostros enfrente, manos aun cerca,
juntas,
que recojan con su rabia las migas
de pan ácimo mientras
todos aprietan los dientes.


Antonio Méndez Rubio, Cuerpo a cuerpo (Baile del Sol, 2010)

12 comentarios:

Marta dijo...

este blog da luz a los días grises de holanda!!

Dylan Forrester dijo...

Certeros autores, al final sólo la poesía triunfa.

Saludos.

Arturo Borra dijo...

Marta, me alegra que este blog aporte un rayo a los días grises, en cualquier parte que estemos.
Eso es mucho, aunque no alcance.
Bienvenida por aquí y un cálido saludo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Estimado Jorge, Viktor y Antonio son poetas que vale la pena leer. Con sus modalidades singulares, ahondan en esa zona de sombra que nos atraviesa a todos.
Desde la orfandad o la intemperie, sus poéticas inciden en esa herida que nombra todo lo humano.
No sé en qué sentido podría "triunfar la poesía" (más en un contexto cultural como el presente), pero si hay un logro de ésta es su capacidad para interrogarnos a nosotros mismos. Ojalá sea posible una escucha.
Gracias por pasarte y un abrazo,
Arturo

R.G. dijo...

Cuántos poetas que no conozco. Con crisis o no, la poesía sigue viva

Stalker dijo...

Libros que me han aportado más de una felicidad en los últimos tiempos.

La felicidad es escasa: hay que cogerla como a una rara flor entre los escombros.

Pero surgen, estas flores, y si las pones a dialogar, se descorcha el verso y se crea el tiempo, un nuevo sabor (y saber) que nos reúne en el (des)amparo de esta carne-poema-adentro, en lenta convulsión de vida: al calor de la intimidad.

Hermoso

abrazos

leonardo dijo...

Bello diálogo de ida y vuelta (¿ida? ¿vuelta?) por el camino, apretando los dientes.
Un abrazo

Arturo Borra dijo...

R.G. no sé de dónde sos, pero en cualquier caso, si no conocés a estos queridos poetas -Víktor y Antonio- te los recomiendo especialmente. Podés encontrar material de ellos aquí mismo o en otros blogs, aunque la experiencia del libro sigue siendo insustituible. A estos poemarios los podés obtener por internet, metiéndote en la página de BAile del Sol. Allí podrás encontarlos.

Tal como la concibo, la poesía siempre seguirá viva mientras haya añoranza.

Gracias por pasarte y un saludo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Querido Stalker, sí, hay libros que aportan una extraña felicidad, que nace de quebradas existenciales, de esos lugares donde la respiración se entrecorta. Estos poemarios forman parte de esos libros que desde los escombros persisten en su añoranza de habitar junto a los otros. Tampoco yo sabía que podían florecer de la nieve. En su diálogo, sin embargo, dan calor, abrigan la simiente, y contra lo improbable florecen, en "lenta convulsión de vida" como decís con belleza.

Gracias por abrigrar estas trazas de la intemperie.

VA un fuerte abrazo,

ARturo

Arturo Borra dijo...

Querido Leonardo, quizás cuando actuamos contra lo previsible no quede más que ese apretar los dientes de los otros, la promesa en el frío.

Entre la sospecha y el amor, también estos poetas hacen habitable un mundo plagado de ausencias: quizás su andadura no sea otra que ese intento desprotegido de ser con el otro.

Gracias por habitar también estos páramos. Va otro fuerte abrazo,

Arturo

Laura Giordani dijo...

Precioso díálogo como muestra de dos poemarios que asoman al mundo con toda su orfandad a cuestas, cuerpo a cuerpo: siempre es una alegría abrazar escrituras así y que les des alojo en tu blog.

Bienvenidos a la intemperie.

Un abrazo a los dos poetas y un beso para vos.

Laura.

Arturo Borra dijo...

Sí Laura, bienvenidos a la intemperie. Podría ser una forma de aproximación a los cuerpos caídos de esta poesía.
Gracias por estar y acompañar estas heridas que a veces brillan.
Un beso,
Arturo