domingo, 26 de abril de 2009

Dos poemas de José Lezama Lima

"La imagen es la realidad del mundo invisible”.
José Lezama Lima
























Lo inaudible
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Es inaudible,
no podremos saber si las hojas
se acumulan y suenan al encaramarse
la mirona lagartija sobre la hoja.
Nos roza la frente
y creemos que es un pañuelo
que nos está tapando los ojos.
El oro caminaba
después hacia la hoja
y la hoja iba hacia la casa
vacía del otoño, donde lo inaudible
se abrazaba con lo invisible
en un silencioso gesto de júbilo.
Lo inaudible
gustaba del vuelo de las hojas,
reposaba entre el árbol inmóvil
y el río de móvil memoria.
Mientras lo inaudible lograba
su reino, la casa oscilaba,
pero su interior permanecía intocable.
De pronto, una chispa
se unió a lo inaudible
y comenzó a arder escondido
debajo del sonido facetado del espejo.
La casa recuperó su movilidad
y comenzó de nuevo a navegar.





















Rueda el cielo

Rueda el cielo -que no concuerde
su intento y el grácil tiempo-
a recorrer la posesión del clavel
sobre la nuca más fría
de ese alto imperio de siglos.
Rueda el cielo -el aliento le corona
de agua mansa en palacios
silenciosos sobre el río
a decir su imagen clara.
Su imagen clara.

Va el cielo a presumir
-los mastines desvelados contra el viento-
de un aroma aconsejado.
Rueda el cielo
sobre ese aroma agolpado
en las ventanas,
como una oscura potencia
desviada a nuevas tierras.
Rueda el cielo
sobre la extraña flor de este cielo,
de esta flor,
única cárcel:
corona sin ruido.







Obra de Lezama Lima

Muerte de Narciso (poesía)
Juego de las decapitaciones (cuentos)
Patio morado (cuentos)
Coloquio con Juan Ramón Jiménez
Enemigo Rumor (poesía)
Aventuras Sigilosas (poesía)

La Fijeza (poesía)
Arístides Fernández (ensayos)
Analecta del Reloj (ensayos)
La expresión americana (ensayos)
Tratados en La Habana (ensayos)
Dador (poesía)
Antología de la poesía cubana
Órbita de Lezama Lima
Paradiso (novela)
Los grandes todos
Posible imagen de Lezama Lima
Esfera imagen. Sierpe de Don Luis de Góngora
Las imágenes posibles (ensayos)
Poesía Completa
La cantidad hechizada (ensayos)
Introducción a los vasos órficos
Las eras imaginarias (ensayos)
Obras completas
Oppiano Licario (novela inconclusa)

Fragmentos a su imán (poesía)
La Casa de Alibi (poesía)

16 comentarios:

Abelardo Martínez dijo...

Querido amigo Arturo, El poeta y tu lo eres, que no se embelesa de su propia obra, que huye del narcisismo, del autobombo y de las corrientes mediáticas; además de ser poeta es gentil. Te agradezco la gentileza con obsequiarnos habitualmente, con escritos de poetas, que normalmente no conozco y que por aquí descubro, reconozco mis carencias de cultura literaria. Un fuerte abrazo y otro para Laura, y que lo que nazca en breve os alumbre, más si cabe vuestras vidas.

Portinari dijo...

Todo, inaudible y cielo, es tan etéreo...
Pertenece a los pilares que sostienen a los dioses en su Olimpo inalcanzable.
Y el cambio es el pasajero de la realidad, como la luz que sobreviene y destruye la calma para dar paso a la acción en la proa de la casa.
Un saludo Arturo.

Arturo Borra dijo...

Hola Abelardo! Me alegra saber que estas entradas generan interés en vos. Claro que hay mucho narcisismo en estos campos, como en casi todos. Mucho autobombo también, desde luego. Habría mucho para decir, y seguir pensando con qué nos identificamos en lo profundo. El exitismo también está aquí.
Pero dar a conocer a los otros, dar lo otro, es lo que me interesa a mí, no para negarme, sino para compartir, y así hacer posibles los encuentros.
Todos tenemos baches, compañero, así que todo es mutuo alumbrar.
Un fuerte abrazo también para vos y gracias por pasarte por aquí.
Arturo

Arturo Borra dijo...

Etéreo Lezama, inaudible, inasible, sondeando lo insondable.
Creo que captás eso, y tanto más, porque también las mutaciones - muchas invisibles- definen nuestro "ser". La "eseidad" es devenir, acción, que construye nuestra morada -aunque para los poetas la morada no suela ser sino la intemperie.
Gracias por pasarte Portinari.
Un abrazo,
Arturo

Leonardo dijo...

Poeta y obra que suelen ahuyentar al lector timorato pues nos solicita y nos exige y nos empuja a abrir los ojos a la belleza. La casa es un tópico privilegiado de la poesía y me recuerda un par de versos de otro gran poeta cubano, Elíseo Diego: "No hay que salir nunca de casa/ todo es al fin tan lejos como todo".
Gracias por llevarnos por estos caminos, Arturo.
Saludos

Stalker dijo...

No sólo Lezama era poeta en sus poemas. Lo era espcialmente en su prosa. Paradiso y Oppiano Licario tienen momentos brillantes, que exceden a veces la contundencia verbal y la potencia de avertigamiento de los mejores poemas.

Un escritor al que hay que leer despacio, dejándose acariciar y abriendo la senda de la relectura.

Abrazos

Leonardo dijo...

Secreto maestro Lezama, cuya obra intimidante es una invitación y un desafío. Como siempre llega uno a esta bitácora y se va con recompensas. Dejo dos versos de Eliseo Diego, otro cubano grande, que también escribió mucho acerca de las casas y que recordé gracias a este bellísimo texto de Lezama: "No hay que salir nunca de casa/ todo es al fin tan lejos como todo".
Un saludo

bieno dijo...

Me gusta mucho lo que haces! ahorita estoy leyendo a Blas de Otero y a Cernuda y no los encontré :P

Muchas gracias por compartirnos y compartirte.

Arturo Borra dijo...

Hola a todos y perdón por la demora en las respuestas.
Sencillamente, estuve ausente.

Dicho lo cual, comparto con vos Leonardo que leer a Lezama es tarea exigente, que ahuyenta a los facilistas y obliga a un trabajo de reflexión, algo que escasea últimamente no sólo en la blogosfera.
La casa es un tópico, cierto. Yo agregaría que ígualmente permite pensar en lo poético más como experiencia en la que se habita que como una esfera separada de lo real. En todo caso, te recomiendo "La casa de Alibi" de Lezama. Allí la casa retorna, pero no como presencia, sino precisamente como aquello que añoramos.
Gracias Leonardo por acompañar esta casita...
Un fuerte abrazo,
Arturo

Arturo Borra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Arturo Borra dijo...

Querido Stalker, ya van muchas tus recomendaciones que convierto en gozosos "deberes". La extensa producción de Lezama me insta a salvar los huecos que como lector tengo. Seguiré buscando, como siempre y en el camino, seguiré compartiendo con vos y otros el goce de lo que se encuentra. Comparto lo que decís: poesía sustraída de la convención de la versificación hay mucha y brillante y quienes somos aprendices de poetas hallamos ahí una cantera inagotable.
En cualquier caso, gracias como siempre por tu paso y un fuerte abrazo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Bienvenido Bleno a este espacio y me alegra que te guste lo que hago. Son intentos, siempre incompletos, de producir una escena de diálogo, en la que por definición faltan voces, faltan autores, faltan poéticas. De forma muy paulatina, intento ir recuperando materiales de todos aquellos autores que me interesan por diferentes razones, pero eso lleva tiempo. Aún así, ya subiré algo de Blas de Otero o Cernuda.

En cualquier caso, gracias por sumarte y pronto espero poder visitar tu blog. Ya sabés que por aquí sos bienvenido.

Un saludo cálido,
Arturo

la trinchera poética dijo...

Hola! Somo un par de alumnos de Kike Falcón del colegio al que viniste no hace mucho a recitar. Queríamos "pedrite permiso" para "apropiarnos" de algunas de las frases aparecidas en "Conversación con Eduardo Milán"
para una entrada de nuestro blog. Un saludo!

Arturo Borra dijo...

Claro que sí, "atrincherados", pueden apropiarse de lo que quieran, que lo dicho para eso está: para circular, ser escuchado y poder contribuir al diálogo que tanto nos hace falta.
Mucha suerte con el blog y ya me pasaré a visitarlos.
Va un saludo cálido para todos,
Arturo

Anónimo dijo...

Un abrazo Arturo, cuando puedas pasa por el blog de Manuel Pereira, poeta y alumno de Lezama.
http://manuelpereiraazogue.blogspot.com/2008/04/bienvenidos.html
Muy bueno tu blog, limia y lobrada tu poesia. Felicitaciones.

Arturo Borra dijo...

Eso haré anónimo y gracias por pasarte por aquí y dejar tu apreciación.
Bienvenido seas.
Un calido sáludo,
Arturo