jueves, 28 de agosto de 2008

Tres poemas de Miguel Casado











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LA RAMA en el ojo,
como en el árbol, desnuda,
que el viento bambolea.
Sube y baja con el viento,
azota, misteriosamente
se la ve desde un sótano,
al pie de una escalera.

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AHORA QUE la cabeza está llena
de una pasta esponjosa
y continua, en que nada
toma luz, se mira las manos
y encuentra el extraño callo de escritor:
hendido y rojo un momento
por la presión de la pluma. Y lee
sin entender la grafía negra,
esa forma plana del deseo,
plana y estéril.












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LA MADRE urge a la niña, le dice
que su hermano, al que lleva en brazos
-con más de treinta meses le cuelga doblada
la cabeza-, pesa como un muerto.
Y las palabras resbalan por el cuerpo dormido
y caen al suelo entra las dos;
la niña mira, con cuidado de no pisarlas.





De Tienda de fieltro, DVD poesía, 2004.

3 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Qué bueno es que al personaje poético y ensayístico que admiramos y del que aprendemos se sume la persona, tímida o humilde, curiosa o amable, que nos cautivara en Priego. ¿Has leído "falso movimiento"?
Ese poemario es para mí el que más me enganchó de los que le leí hará un par de años, cuando una amiga me regalara "Tienda de filtro" e "Inventario", que por cierto obtuvo el premio en el II Certamen de Poesía Hiperion, allá por el 87 y con un jurado compuesto por Jenaro Talens, Carlos Piera, Clara Janes, Enrique Lhin, el propio editor Jesús Munarriz y Julio Llamazares. Ni que decir que ese año fué finalista Jorge Riechmann, con su incipiente libro "Cántico de la erosión".

En un poema suyo empieza, "Es extraña esta sensación / de reconocerme". Pertenece al susodicho y arriesgado libro-propuesta "Falso movimiento" que hace referencia al cine no comercial de Win Wenders y que recoje esa pulsación de lo individual como metáfora de lo colectivo, una suerte de interiorización de lo plural para confundirlo en un juego subcutaneo de espejos con lo unívoco de su conciencia de sí.

Te dejo unos versos de ese poemario, a modo de gratitud, complicidad de los días en Priego y saludo cordial:

"He aprendido tanto del futuro / que en voz baja una salmodia / de desánimo me persigue; sin mover los labios / la repito, mientras río en mesas de café y escucho como relatan alguna historia límite de sentimientos."

Miguel Casado, fragmento del poema 3 de la parte 3ª y última del poemario "Falson movimiento" llamada "En la ciudad".

Arturo Borra dijo...

Querido Viktor, otra vez agradecer tu detenimiento, tu presencia, a veces tan sola, pero tan llena siempre de murmullos, de versos, de rememoraciones.
De Miguel apenas conozco algo. Me estoy asomando y seguiré haciéndolo.
Que compartas, además, esos versos tan hermosos ya es un lujo... y encima allí encuentro a Win Wenders, de quien pronto colgaré algo sobre su obra maestra "Tan lejos tan cerca" continuación de "Las alas del deseo".
En cualquier caso, mi gratitud profunda por ese trabajo diario, casi sigiloso, que venís haciendo desde hace tiempo.
Gracias pibe.
Un abrazo enorme,
Arturo

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Arturo:

Estuve hoy con Miguel Angel Curiel, el poeta de Talavera que vive en Lugo y escribió "Por efecto de las aguas" - que nos recomendaba Antonio Méndez y que he leído con asombro y gozo - y que tan buena conversación compartimos en Priego. Me preguntó por vosotros y os envía un cálido saludo.

Por lo demás, somos afortunados porque de nuestra amistad crecen bosques y crecen los caudales del deshielo que todo roce de corazones concibe.

De verdad, que en lo humano y en lo poético soy deudor de vuestra humilde y verdadera luz.

Un beso

Victor