
domingo, 13 de julio de 2008
«Cuando vengan a buscarle», de "Para un tiempo herido" (2008), Enrique Falcón

Dos poemas de «Todo en el aire», antología poética de Antonio Méndez Rubio (2008)
¿conozco acaso del don de la ternura?
me pregunta sin más mi propio eco
enmudece otra vez esquivo se confunde
con el ruido innombrable de los coches
es viernes en las calles se va el día
como vino misterio definitiva-
mente solo hay pocas cosas más
inciertas que este desconcierto frágil
de ver abrirse roto
un cielo que no existe pero tiembla
sin miedo entre las manos que lo escriben
huele a brea el aire de la playa
a arena desmentida cambiante la luz
murmura su final sobrecogida
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Anatema
No conozco otra cosa que palabras.
Ellas piensan: te doy lo que no tengo.
Recorren la materia de esa entrega
hasta rendirse. Tú eres otra
palabra. La que a nada reenvía
sino a la nada sin ningún refugio.
Lejanía de lo que no termina
de errar en nuestra carne. La ternura
mortal de lo desconocido llega
siempre. ¿Qué lugar elegir entonces?
¿Qué regala sin reserva la noche
a quienes la atraviesan en silencio?
jueves, 3 de julio de 2008
Niño de las minas* -Laura Giordani

Si la poesía se desentiende de estas realidades, vale la pena preguntarse por qué habríamos de seguir haciendo poesía todavía. La celebración de la alegría exige, como contraparte, el conocimiento de la penuria que padecen millones de seres humanos, entre ellos, niños y niñas mineras que nos miran desde el fondo del tiempo, preguntándonos en silencio por el mundo que estamos construyendo. Sólo entonces la belleza puede alzarse del suelo, más allá de los jardines cercados que preservan del frío.
Arturo Borra

Rabia de verte rompiéndote en esa
pulseada a muerte con la piedra,
robándole rigor hasta hacerte
socavón, llaga.
Tus manos muelen, demuelen,
pulverizan los huesos del mundo.
No de duendes el polvo
que te arrasa los pulmones:
soldaditos de plomo viajan
por tus venas desvelando
bosques somnolientos.
Niño roca, niño maza,
en tolvas va tu sangre hasta la infancia
de los volcanes, hacia reinos de hadas
negras, minerales;
allí donde el mundo esconde
el humo de las caídas
y todos los escombros del daño.
Laura Giordani
http://lauragiordani.blogspot.com/
-------------------------------------------------------------------------------------------------

Sumergidos en las entrañas del infierno desde su más tierna infancia, arrastran sus pequeños cuerpos por estrechos túneles, oscuros y peligrosos. Sus manos se convierten en improvisadas herramientas con las que recogen piedras, o escarban la tierra durante largas jornadas. Colocan explosivos y acarrean pesadas cargas. Se estima que un millón de niños trabajan en la minería y en las canteras de todo el mundo. La mayoría no ha cumplido los 10 años...No tienen juguetes, ni van al colegio; trabajan sin horarios ni derechos. Sólo conocen una obligación: contribuir a la subsistencia familiar como si fueran adultos, privados de educación y en perjuicio de su desarrollo psicológico, físico y emocional. Son más de 250 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad, los que trabajan en el mundo. De estos, 180 millones lo hacen en las peores formas de esclavitud infantil, servidumbre por deudas, prostitución, o como niños soldados.
sábado, 28 de junio de 2008
«13» - Un poema inédito de Pedro Montealegre

al interior de rajado ojo de gato, como broma, caleidoscopio,
mirilla de escopeta.
O de puerta. Escotilla de barco. Redonda goma de atar billetes.
El dolor. Físicamente hablar contigo. Descubrir puntos.
Temporalidad: lo que hace a una manzana
verde: objetiva: verdad. No
le des trozos al gato, porque morirá. No
les des un trocito de verdad a la araña:
morirá. Tan simple: golondrinas,
obreros sacando escombros del piso
frente a tu puerta.
Tus hermanos
han crecido sin ti. Eso es puerta. Tus padres
envejecen: en las fotografías antes había un hueco
–donde tú creías faltar–: ahora
ha desaparecido. Eso es puerta.
Que tocan
atrás. Delate. Un dolor
como el aroma
tostado del sésamo.
De un fósforo que se enciende
cuando llega la brisa,
el olor del vertedero
unos kilómetros
delante.
Y qué sería de él. O de la migraña
hirviente –de quien muere– al decir algo
con otra luminosidad: lo que no oyes
mientras las paredes se deshacen como pan humedecido
en agua. La revelación,
una ruta adonde huyen
fantasmas de polvo,
hermanos que meten
un dedo, el frasco
de mermelada vacío.
El dolor tocando el borde de la hoja
como si con sólo ese gesto
brotara el verde.
Una familia de aire
incierto
te penetra. Ahora mismo
saldrá algo
del papel.
Ni tú ni yo
podemos verlo.
martes, 24 de junio de 2008
"Fuegos" - prosa poética de Marguerite Yourcenaur

La muerte es un sacramento del que sólo son dignos los más puros: muchos hombres se deshacen, pero pocos hombres mueren.
No puede construirse una felicidad sino sobre los cimientos de una desesperación. Creo que voy a ponerme a construir.
Que no se acuse a nadie de mi vida.
No soporté bien la felicidad. Falta de costumbre. En tus brazos, lo único que yo podía hacer era morir.
Existe un plan general para el universo. Sólo salimos en los momentos sublimes.
En el avión, cerca de ti, ya no le tengo miedo al peligro. Uno sólo muere cuando está solo.
Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.

Biografía
Poeta, novelista e historiadora belga de origen francés nacida en Bruselas en 1903. Huérfana de madre desde su nacimiento, fue educada con gran esmero por su padre quien fomentó en ella el interés por la literatura. Publicó la primera colección de poemas en 1921 bajo el título "El jardín de las quimeras" y una segunda colección en 1922 denominada "Los dioses no han muerto".
Viajó a Estados Unidos en 1939 como catedrática de Literatura comparada en el Instituto Sarah Lawrence College de Nueva York, y posteriormente estableció su residencia definitiva en el estado de Maine, obteniendo la nacionalidad norteamericana en 1948. Fue reconocida mundialmente por la publicación de la novela "Las memorias de Adriano" en 1951, fama consolidada con otras novelas entre las que sobresale "Opus Nigrum" en 1968. En 1980 fue galardonada con la Legión de Honor y nombrada miembro de la Academia Francesa. Falleció en diciembre de 1987.
lunes, 16 de junio de 2008
«Tratado de la desesperación: los peces» - José Emilio Pacheco

Piensa en el pez salobre y en su vuelo
reptante
breves alas de silencio
El entrañado en penetrables líquidos
pasadizos de azoque
en donde hiende
su sentencia de tigre
su condena
a claridad perpetua
o ironía
de manantiales muertos tras dormidas
corrientes de otra luz
Claridad inmóvil
aguas eternamente traicionadas
o cercenado río sin cólera
que al pensar sólo piensa en el que piensa
cómo hundirse en el aire
en sus voraces
arenales de asfixia
Ir hasta el fondo
del invisible oleaje que rodea
su neutral soledad
por todas partes
jueves, 12 de junio de 2008
Recital de Poesía en La Casona: Víktor Gómez, Laura Giordani y Arturo Borra

Te invitamos a compartir con nosotros este ensayo de vuelo poético...
Fecha y hora de despegue: Viernes 20 de Junio de 2008 a las 20:30 hs.
Lugar: La Casona
C/ Greses 4
Benimaclet
46020 - Valencia
Lecturas:
Víktor Gómez Valentinos (Valencia)
Por la precisión
supe que el tiro
vino de dentro.
(Del libro I :El enemigo. Historia dél)
De verdad, la belleza
no puede ser sino el atrevimiento
de la fragilidad a darse.
(Del libro II: Huérfanos aún)
http://viktorgomez.blogspot.com/
Laura Giordani (Argentina)
Esas palabras
que sólo se revelan
cuando los pies se impacientan
junto al precipicio.
(Esas palabras de Cartografía de lo blando)
Sólo querer ser árbol para abrazarte.
(De Materia oscura)
http://lauragiordani.blogspot.com/
Arturo Borra (Argentina)
Sacudo los pájaros que anidaron en la noche:
duermen los árboles y el viento insiste
en germinar abismos.
No sé qué hace al vuelo: esta senda
de aire en el salto
abolido de tanta caída.
(Pájaros de La vigilia del deseo)
http://arturoborra.blogspot.com/