De Hannah Arendt conocemos, sobre todo, su producción filosófica brillante, sus reflexiones políticas e incluso su tempestiva vida, incluyendo su relación con M. Heidegger. En efecto, Arendt no fue una poeta, pero ha escrito algunos poemas que merecen ser rescatados del olvido en el que están confinados. No resulta extraño escuchar todavía ese aforismo anónimo que señala que la poesía no vive sólo de poetas. El valor de estos dos poemas me parece doble: tienen valor testimonial -de su vida marcada por la experiencia traumática del nazismo- e interrogan lo poético -a través de aquello que somos (in)capaces de poetizar-.
A.B.
A.B.
“Dichoso quien no tiene una patria;
--------------------- [la contempla todavía en sus sueños”.
Hannah Arendt, 1946.
Consuelo
Vendrá la hora
en que las viejas heridas,
tanto tiempo olvidadas,
amenacen con abrirse.
Vendrá el día
en que ningún balance
de la vida, del dolor,
contará.
Transcurren las horas,
Pasan los días.
Un logro queda:
simplemente estar viva.
W.B. [Walter Benjamin]
Algún día volverá de nuevo la oscuridad.
La noche descenderá de las estrellas.
Reposarán nuestros brazos extendidos
en las cercanías, en las distancias.
Desde la oscuridad suenan suavemente
pequeñas melodías arcaicas. Escuchémoslas,
separémonos,
rompamos por fin las filas.
Voces distantes, tristezas cercanas.
Ésas son las voces y éstos son los muertos
que hemos enviado como mensajeros,
para conducirnos al sueño.
1942
Bibliografía de Hannah Arendt
Nacida en una familia judía no religiosa en Hanover, y formada en Königsberg (el pueblo de su admirado precursor Immanuel Kant) y Berlín, cursó estudios en tres universidades, doctorándose a los 22 años de edad en Humanidades en la Universidad de Heilderberg. Arendt estudió filosofía con Martin Heidegger en la Universidad de Marburg, con quien tuvo un corto romance. Dicho enredo le ocasionó muchas críticas debido a las simpatías nazis de su amante. Luego de romper su relación, Arendt se mudó a Heidelberg para escribir una disertación sobre el concepto de amor en el pensamiento de San Agustín, bajo la dirección del filósofo existencialista y psicólogo Karl Jaspers y en donde entiende a la libertad como manifiesta en el acto de fundación (y la noción de nacimiento como acto fundante por antonomasia). El trabajo fue publicado en 1929, pero en 1933 Arendt fue inhabilitada y, por tanto, impedida de enseñar en universidades alemanas debido a su condición de judía, por lo que se vio obligada a huir a París, donde se volcó a la crítica literaria. Durante su estadía en Francia, Arendt trabajó para asistir y ayudar a refugiados judíos. Sin embargo, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación de Francia, y la deportación de judíos a los campos de exterminio nazi, Hannah Arendt debió huir nuevamente; esta vez de Francia.
En 1940, contrajo matrimonio con el poeta y filósofo aleman Heinrich Blücher, con el que emigró a los Estados Unidos al año siguiente, con la ayuda del periodista Varian Fry. Allí ella se convirtió en una activa militante de la comunidad judío-alemana, escribiendo para el semanario Aufbau. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Harendt tuvo una suerte de reconciliación con Heidegger, testificando a su favor en una audiencia de desnazificación en Alemania.
Entre su vasta obra figuran Los Orígenes del Totalitarismo (1951), La condición humana (1958), Entre el pasado y el futuro (1961), Sobre la revolución (1963) y la polémica Eichmann en Jerusalén (1963), Hombres en tiempos de oscuridad (1968), Sobre la violencia (1970), La vida del espíritu (1978), Conferencias sobre la Filosofía Política de Kant (1978), entre otras. Sus memorias, Correspondencia, 1926-1969, fueron publicadas en 1992. Al morir en 1975, Hannah Arendt fue enterrada en el Bard College en Nueva York.
26 comentarios:
Querido Arturo: Vi la cara de Hannah asomando en tu link en el Pájaro de China y al instante me pregunté si era Hannah o era Rosa Luxemburgo, ahora reparo en que físicamente eran parecidas, al menos para mí. Estaba respondiendo tu comentario en el pajarito oriental y el entusiasmo al verla hizo que ya te contara en ese comentario lo que me provoca ella y ese Walter que también subiste a tu bitácora. Me rindo ante Hannah y le perdono y comprendo hasta su fascinación heideggeriana. ¿Leíste el prólogo que escribió para las Iluminaciones de Benjamin? ¿Y el capítulo de Didi Huberman sobre Benjamin en "Ante el tiempo"? ¿Y el libro de Terry Eagleton sobre Benjamin? Ay, Arturo, ¿te podés tomar un avión? O nos lo tomamos nosotros algún día, estoy segura de que se pasarían tardes enteras hablando con Hernán, mi compañero, que persiste en la docencia y la investigación en el campo de las ciencias sociales (tu campo, también). Y yo no podría evitar intervenir con mi rabia ante el estado de las cosas y decir una y otra vez que todo documento de cultura es un documento de barbarie, que es imperdonable que el Angelus Novus mire solo hacia adelante, que debemos reivindicar y poner en acto el legado de nuestros muertos. Rabia agudizada en este domingo de elecciones legislativas en nuestro país, legitimada al decirme que es correcto enfurecerse porque el pecado supremo es la indiferencia y la apatía, Hernán que intenta apaciguarme desde su consuetudinario equilibrio ... Sí, como dice Hannah, los muertos nos conducen al sueño, eso decía Benjamin y Hanna lo pone en poema. Pero somos nosotros los responsables de actualizar ese legado, de tomar la posta, de hacer que esos muertos no hayan muerto en vano, de resistir y persistir en la búsqueda de lo distante en lo próximo. De romper las filas y ser, como Benjamin y la propia Hannah, unos soberanos descarriados, ovejas negras que disparan con la palabra encendida e incendiaria contra la mansedumbre del rebaño. Gracias por rescatar este domingo, Arturo, a estos dos seres que serán siempre imprescindibles para seguir pensándonos. Abrazo fuerte.
Arturo, gracias por acercarnos a la señorita Arendt.
Siempre llegan las horas, el mundo se mide en ellas, y no queda más que aceptarlas y seguir caminándolas, hasta donde nos lleven los minutos que las forman.
"Voces distantes, tristezas cercanas.
Ésas son las voces y éstos son los muertos
que hemos enviado como mensajeros,
para conducirnos al sueño."
Aunque el sueño se encentre lejano, podemos palpar cómo se siente.
"La poesía no vive sólo de poetas", por los poetas que brotan y mueren en el instante.
Un saludo Arturo.
Querido Arturo:
Qué buen entrada has hecho con este par de poemas de Hannah que además es caso imposible encontrar en papel y menos en la red.
Es verdad que la poesía no vive sólo de poetas como bien señala Portinari. Me sumo a ese clamor de Mariel de "hacer que esos muertos no hayan muerto en vano, de resistir y persistir en la búsqueda de lo distante en lo próximo". Hannah, Benjamin con sus propias vidas encanrnaron esa búsqueda y el riesgo en estos tiempos es la apropiaciòn y "estetización" por parte de una intelectualidad cómoda y satisfecha de estas figuras desconociendo su apuesta radical que les llevó a jugarse literalmente la vida.
Besos,
Laura.
Sí que es una buena entrada, no conocía esta faceta de Hannah Arendt. Muy emotivos estos poemas: el logro de estar vivo y las melodías arcaicas que llevan al sueño, con su sedimento de muertes.
un abrazo
Querida Mariel, qué bueno encontrar tanto entusiasmo... En serio, para mí es un regalo. De Benjamin/ Arendt (y no digamos ya Luxemburg) se acuerdan poco, pero están ahí, volando sobre nosotros, como espectros revoltosos, invitándonos a desafiar las ortodoxias.
En cuanto al romance entre Arendt y Heidegger hay muchos matices, no sólo porque fue breve (a pesar de la fascinación persistente) y porque además ocurrió bastante antes de la llegada de Hitler al poder de estado, sino también porque no siempre las cosas son tan claras cuando se las vive contemporáneamente. Complejidades humanas aparte, el prólogo que comentás fue leído por mí hace más de 15 años... Lo leí como un hallazgo, a pesar de que no conocía a Arendt en ese entonces. Te comentaba antes que no dispongo del libro aquí en España, pero ya me buscaré una buena edición. Y me encanta tu cercanía con Benjamin. También en mí despierta mucho interés, a pesar que conozco mejor a otros como Adorno y Marcuse (a pesar de mi mayor proximidad con B.).
En fin, el instante de peligro que nos sobrevuela, la historia de los vencidos, toda su micrología y su detención en lo desapercibido, siempre me han despertado admiración...y en estos tiempos necesito volver a él.
Con gusto me entregaría al devenir de una conversación con vos y tu compañero. Seguro que no nos faltarían cosas para seguir ahondando, incluso esa rabia legítima que nos brota ante la proliferación de injusticias.
Comprendo esa rabia, como también siento que ni siquiera los muertos están a salvo si no luchamos por el sentido del presente. Lo decís mucho mejor que yo: "somos nosotros los responsables de actualizar ese legado, de tomar la posta, de hacer que esos muertos no hayan muerto en vano, de resistir y persistir en la búsqueda de lo distante en lo próximo".
De eso se trata amiga, de rebelarnos, de sacudirnos la anestesia, de salirnos de la lógica del rebaño, claro que sí.
Ya seguiremos ahondando por aquí.
Ahora, solamente, dejame agradecerte otra vez ese detenimiento que es condición de toda profundidad.
Un abrazo fuerte,
Arturo
Pak Karamu reading and visit your blog
Hola Portinari, como siempre, gracias a vos por pasar, leer, dejar huella de las horas que uno transita también por estos pasillos virtuales, por todos estos habitantes ausentes pero que saben acompañarnos, con sus voces, sus tristezas, su promesa intacta, a pesar del daño. Y desde luego, el sueño está distante, pero nos guía.
Por suerte, Portinari, la poesía desborda a los poetas...claro que sí: anida en el lenguaje -y a veces vuela.
Va un abrazo fuerte,
Arturo
Arturo, qué cierto es que es difícil ver claro las cosas en el exacto instante en el que se las está viviendo. Deberíamos recordarlo para ser compasivos con los supuestos pecados ajenos y también con los propios, cuando nos autoflagelamos. Cada vez que la sociedad del espectáculo amenaza con liquidar sus esperanzas, Hernán dice: "Te das cuenta, Adorno tenía razón ...". Y yo le digo: "sí, pero acordate de que no le gustaba el jazz, en algunas cuestiones podía equivocarse un poco ...". Hago mías y firmo las palabras de Laura: por estos confines Benjamin se ha puesto de moda y los desaparecidos argentinos lo traen ahora a menudo al discurso de inmorales que se apropian cómodamente de quienes pusieron el cuerpo. Se entregan a juegos dialécticos onanistas y a menudo ininteligibles, olvidándose de que en los mundos que nombran corrió sangre.
Besos fraternales y un abrazo muy fuerte.
Sorprendente este par de bellos poemas, donde la emociôn prevalece sobre el pensamiento sin apartarlo.
un abrazo
Querido amigo Arturo, perdoname el inciso y la falta de acentos, no me funcionan en el ordenador. He entrado desde fuera de blog pues no me interesa la publicidad propia, pero si denunciar un articulo y de como un afamado escritor mediante sus palabras en su blog, tira por tierra parte de la cultura de un pueblo, el andaluz, del cual vengo y del que me siento orgulloso. Dicho articulo lo podeis buscar en google:
Vicente Molina foix el boomeran contra el flamenco.
La libertad de expresion, es eso, libertad y la amo por encima de todo, pero ciertos adjetivos, ciertos estereotipos y ciertas formas me parecen de verguenza. He remitido ese articulo, de forma anonima, fuera de blog a Casas de Andalucia, Junta de andalucia, periodicos y demas foros, por que creo de verdad que todos, todos nos merecemos un respeto.
Gracias amigo
Abelardo.
Querida Laura, en buena medida, esta entrada, como tantas otras, nacen de diálogos nuestros, de esos libros compartidos que hacen que cada tanto fecunden en lecturas entusiastas.
Así que aquí no hay mérito; tan sólo deseos de compartir esas búsquedas y seguir luchando para revivir las herencias, para hacer de la lejanía nuestro horizonte.
Las modas intelectuales, que estetizan hasta estos intelectuales que han padecido el aplastante y nada inmaterial peso de las ideas, a nuestro pesar, están ahí. Es nuestra responsabilidad, quizás, elaborar una crítica que nos permita situar esas modas dentro del consumismo desenfrenado que también padece el pensamiento académico... y procurar hacer otros usos -otras lecturas- de estos autores en "tiempos de oscuridad". De todas formas, no nos engañemos: a estos autores los suele leer una minoría más o menos especializada y poco más.
En cualquier caso, gracias como siempre por darte también en este espacio.
Otro beso,
Arturo
Rubén, también yo me sorprendí cuando me regalaron ese librito de poemas de Arendt. No es que la poesía sea su fortaleza, pero para mí tiene valor como síntoma, como parte de un trayecto que nunca es puramente racional ni mucho menos. Más bien, aquí se traslucen las pasiones que subyacen a todo trabajo intelectual serio.
Sin pasión (incluso la pasión por la distancia, como diría Nietzsche) no hay nada que realmente valga la pena... y aunque parezca extrema mi postura, quizás todo lo relevante hunda sus raíces ahí.
Gracias una vez más y un abrazo fuerte,
Arturo
Pakkaramu, mi inglés es muy malo... lo siento.
Gracias por dar a conocer tu blog.
Saludos,
Arturo
Bueno Mariel, sigo por aquí... Como dicen, el sentido es retroactivo: incide en lo pasado, ayuda a reinterpretarlo, clarifica lo que en en el instante es incierto y ambiguo. No es que se suprima toda ambiguedad; más bien, la inscribimos en una constelación que le da una cierta inteligibilidad. Comparto con vos que la dureza de juicio pierde, precisamente, esa opacidad del acto en su contemporaneidad. En perspectiva histórica uno incluso conoce los desenlaces, los "finales", pero puestos en la década de los 20-30 era imposible saber lo que vendría... Por eso la "implacabilidad" moral me parece errada, no sólo por esa opacidad, sino porque sustrae el acto del contexto en el que se produce, absolutizando al sujeto. Tendremos que aprender a juzgar de otra forma, entonces, tanto desde cierta com-pasión (sentir-con-el-otro) como desde una cierta distancia ante aquello que luego reconocimos como negativo.
De Adorno, amiga, hay mucho para decir, pero también él fue producto de su tiempo sombrío y quizás ahí haya un límite de su pensar... Eso no es decir: tirémoslo por la borda, como se hace ligeramente.
En fin, la moda-Benjamin (hay modas-Derrida, Deleuze, De Mann, etc.) pienso que no debe ocultarnos su huella profunda, la necesidad de un retorno crítico... a quienes nos ayudan a seguir caminando y a comprender más la opacidad del presente.
Bueno, a pesar de ya me extendí bastante todo ésto es demasiado difícil para despacharlo en pocas líneas, así que interrumpo aquí esta reflexión necesariamente insuficiente.
Gracias otra vez por todos tus entusiastas aportes.
Va un abrazo fuerte,
Arturo
Arturo: Tus reflexiones nunca serán innecesarias. Insuficientes sí, pero porque uno se queda con ganas de seguir conversando con vos. La necesidad de contextualizar los actos nos impone la piedad y la compasión (com-pasión, ese sentir junto al otro, no inclinándose hacia él desde la altura, hay una definición preciosa de ésto en La insoportable levedad del ser, de Kundera, creo); nos obliga a establecer la diferencia que hacen aquéllos que supieron escapar de su marco histórico o adelantarse al mismo - los transgresores y los vanguardistas; y nos permite reformular las matrices de pensamiento que muchos declaran obsoletas y agotadas (el marxismo, por ejemplo).
Sí, siempre habrá modas que aplanan y vacían de densidad la palabra de ciertos hombres-faro indispensables "en tiempos de oscuridad". Y uno debe ignorarlas y preservar intacto el sentido de esa palabra, con toda su potencia revulsiva.
Mi entusiasmo se alimenta del tuyo.
Un abrazo muy fuerte, de madrugada de invierno en Buenos Aires.
Querido Leonardo, cuánto me alegra que todavía lo sorprendente siga siendo posible... Cada vez nos habituamos más a todo, incluyendo la muerte diaria... Mirar todo como por vez primera es lo mejor que podemos hacer y qué tanto más si la sopresa viene junto a H. A.
Gracias como siempre por tu mirada...
Un fuerte abrazo,
Arturo
PD: en estos días tendrás una sorpresa...
Querido Abelardo, este fin de semana buscaré la información que me dices.
La maledicencia, para mí, es exactamente lo contrario al espíritu crítico, por lo que ya indagaré en lo que me cuentas.
Luchar contra la difamación me parece una obligación moral; gracias por sumarte a esa lucha.
Mientras, va un abrazo andaluz,
Arturo
Querida Mariel, bueno, creamos que es cierto, que nuestra reflexión es necesaria y pienso que en alguna medida así es. También yo tengo deseos de seguir dialogando con vos y unos cuantos otros, amiga. Sucede que en esta época estoy por varios frentes flanqueado, así que trato de sostener como puedo esta escena,
que es para mí la del aprendizaje.
Y sí, es Milán quien nos recuerda en La insoportable levedad del ser la otra idea de compasión, alejada de la idea de caridad cristiana, que supone necesariamente una asimetría entre quien da y quien recibe. La compasión, en este sentido laico, es sentir la pasión del otro. (Ese libro me llevó a varios otros de él. La ignorancia es uno que me caló bastante, pero también EL libro de la risa y del olvido).
Extrañamente, como decís, algunos anticipan otro tiempo. No sólo los utopistas, sino también los escritores mismos... fijate J. Verne, Rad Bradbury o S. Lenn,
maestros de la anticipación.
Y del marxismo, ¿qué decir? Se puede ser postmarxista, no-marxista, o anti-marxista, pero desconocerlo es sencillamente ignorar una de las discursividades centrales del S.XX. (y pienso que junto al freudismo y el nietzscheanismo son las tres grandes líneas del pensamiento contemporáneo).
Segurián las modas, claro, pero están los "hombres-faro" como los llamás vos y sobre sus hombros podemos mirar mejor y más lejos.
Por ahí estamos Mariel, y por ahí nos encontramos, en el entusiasmo de interrogar este presente que nos duele en cada rincón donde persiste el grito.
Abrazo de fin de semana,
Arturo
Un abrazo muy fuerte, de madrugada de invierno en Buenos Aires.
Sí, Arturo, coincido totalmente. Nietzche, Freud y Marx y el resto, variaciones sobre esos tres "temas" (espléndidas, algunas de ellas - la escuela de Frankfurt, Foucault ...). Cruzo los dedos, acaricio a mis perros y toco mis piedras de amatista (imprescindibles rituales domésticos) para que ceda y retroceda el asedio de tus frentes.
Estoy leyendo tus ensayos.
Besos agradecidos.
Hola Arturo:
No conocía yo esta poeta. Gracias siempre entrar aqui es algo que aprendo.
Bueno ya hablamos.
Un abrazo a todos.
Mariel, amiga, aunque me repita vuelvo a agradecer tu interés genuino y decirte que si todavía no me he sumergido en tu blog es por una razón sencilla: el sin-tiempo que últimamente me afecta y más en estos días...
Como sea, confío en que podamos seguir dialogando en breve.
Mientras, va un fuerte abrazo,
Arturo
Gracias Lola! En realidad, Arendt es ante todo una filósofa -aunque no le gustara llamarse así-. Su poesía es lateral en su trabajo intelectual, pero por varias razones me pareció interesante traerla aquí.
Y sí, en breve -mañana- ya tendrás noticias nuestras...
Un abrazo fuerte,
Arturo
Hola!...llegué desde el blog de Laura Giordani, lindo descubrimiento, muy completito e interesante tu blog.Saludos cordiales.
Hola Germán, bienvenido a este pequeño espacio...y me alegra que te haya interesado. Había leído algún comentario tuyo en el blog de Laura y ya me pasaré por tu blog en cuanto pueda respirar un poco.
Gracias por pasarte y un saludo desde Alzira,
Arturo
a los pocos días de comenzar este 2016... una promisoria emoción encontrar este aleccionador testimonio...
a los pocos días de iniciar este 2016... encuentro aleccionador y emocionante este testimonio...
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