El cine, en sus mejores momentos, deviene poesía visual. Nos dona su belleza, nos ayuda a seguir soñando. Wim Wenders es de esos directores que no sólo contribuyen a reflexionar sobre nuestras existencias enlazadas, sino además a internarnos en las cartografías del deseo.
A.B.
2 comentarios:
La vi hace tiempo y me fascinó, como dices es pura poesía...
Espero que estés disfrutando estos días en compañía de tus seres queridos y que el año próximo te sea favorable.
Muchos besos
Gracias Matilde! Cierto, la película está muy bien, a pesar de algunos comentarios incisivos que le hicieron en su momentociertos "críticos cinematográficos".
En cualquier caso, diferentes sensibilidades, pero me alegra que también a vos te haya fascinado.
Que pases un hermoso fin de año.
Un abrazo tanguero,
Arturo
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