miércoles, 22 de octubre de 2008

Dos poemas de Laura Giordani




















¿A dónde van a morir los pájaros,
sus pulmones calcinados de vuelo
por qué sumidero celeste o anti-nido se fugan,
desde dónde esa caída de estrella
discreta como la muerte?

Cielo y tierra se tocan porque existen ellos
trazando esas líneas invisibles
que unen la sangre al relámpago,
la garganta a la lluvia, las plegarias
de la madre al desastre inminente.

¿Qué ciudad de hormigas
reclama su sombra,
qué viento se lleva sus huesitos
blancos, naufragados en la altura
hasta hacerlos transparentes?
¿En qué momento de nuestra ceguera se desploman?

Del poemario Sudestada (2008)--




















La espalda del espejo


El espejo vacía la luz en su lomo;
allí se apean brillos y cuerpos,
los ojos aturdidos de Narciso.
Agua pesada en que naufraga
cada reflejo, orilla última
para las tablas partidas del instante.

A cada cara su cruz
donde se estaquea el movimiento,
cruz nuestra que no vemos,
como ese sedimento de temblores
en el revés de los párpados.

Dar la vuelta al espejo será
una manera nueva de mirarse,
evaporándonos en sus espaldas
negras, doloridas.

Del poemario Noche sin clausura (2006)

25 comentarios:

Ana María Espinosa dijo...

lAURA:

La fragilidad de tu poesía es insuperable, tu personal decir,
tan tuyo, tan perfecto.
Un abrazo para ambos.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Madre mía, esta mujer es increíble.
Me quedo con esas líneas invisibles
que unen la sangre al relámpago,
la garganta a la lluvia,
...

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Un poema que nos pone ante la tumba de nuestra mirada, ¿enterramos la inocencia
o desenterramos el corazón?

Callamos no, ya no es posible
después de escuchar la pregunta
de la poeta.

¿Escribir? No, ya puso la tilde
sobre un centro de ensueño
el cantor de los balcones.
Ahora habrá que hacer
lo imposible.

Bajarse la piel y cubrir con ella
la desaparición de los naufragados.
Un nido con el barro de
nuestra sangre.

Tu Víktor

Arturo Borra dijo...

Queridos amigos, la entrada estaba incompleta y le faltaba el especial "asesoramiento" de Laura. Creo que así queda mucho más bello y, sobre todo, complementa el primer poema con un segundo que tampoco tiene desperdicio.
Así que perdón por la precipitación.
Un fuerte abrazo para todos,
Arturo

Jesús Ge dijo...

Sorprendente la aparente fragilidad de los huesitos que son capaces de hacer volar nuestra imaginación.

Gracias por tan bello poema, Laura.
Gracias Arturo por acercárnoslo.

Laura Giordani dijo...

Ana:
Agradecer tu lectura y tus palabras: ese aliento es vital para seguir creciendo.

Te mando un abrazo fuerte y rendido.

Laura.

Laura Giordani dijo...

Es hermoso caminar sintiendo la compañía de los otros y yo siento -auqnue no nos hayamos conocido físicamente- esa compañía invisible tuya.
De corazón, gracias Nuria.
También hay líneas invisibles que nos unen...
Laura.

Laura Giordani dijo...

La mirada tumba de fulgores puede también ser cuna, almácigo,
preñez de un mundo al que somos ciegos
y en el que podemos darnos a luz, nacernos a una luz diferente.
Y en esa luz, ver. Como esos relámpagos en mitad de la noche,
fogonazo que aún cuando se ha extinguido sigue relumbrando en la frente,
como fosforescencia íntima. La oscuridad ya no vuelve a ser igual. Nunca,
El lenguaje poético sacude por un momento la ceniza de los párpados.
Gracias Víktor por tu comentario y esos versos.
Aprecio mucho las respuestas poéticas.
Un abrazo fuerte.
Laura.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

"cruz nuestra que no vemos,
como ese sedimento de temblores
en el revés de los párpados."

Con estos tres versos me voy de internet, por hoy.

Gracias, Arturo, por dejarnos las huellas de la poesía en la dactilográfica sombra del nispero, que da fruto y es futuro aún por ver: Palabras desenre-dadas de Laura Giordani.


Víktor

Arturo Borra dijo...

Hola Ana, qué bueno encontrarte por aquí... Comparto lo dicho por vos: la poesía de Laura es fragilidad lúcida, vulnerabilidad esencial -y en ese gesto está su fortaleza. De ahí también, la belleza.
Gracias por pasar.
Un abrazo fuerte,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Sí Nuria, la poesía de Laura abre a lo increíble: es un relámpago en la garganta. Y hace llover en nuestros rincones más íntimos.
Gracias por estar ahí.
Un abrazo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

La inocencia es retorno a una mirada que devuelve la extrañeza de las cosas. No sola ingenuidad: promesa de ojos nuevos, de trazar otra vez los objetos, con una luz íntima, esa de nuestro universo emotivo-imaginario.
La inocencia habla en voz baja: lleva la herida -la ingenuidad irrecuperable-, pero una herida que invita a modular, pese a todo, la traza de una promesa.
Gracias Víktor por tu poema.
Otro abrazo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Sí Jesús, hay poesía etérea, que hace volar, que desata las posibilidades más improbables: mantenerse en el aire a pesar de tanta gravedad contextual.
Y la poesía de Laura es eso: un pájaro en la lluvia. Vuela, a pesar del peso de las alas mojadas.
Gracias por pasar por aquí.
Un abrazo,
Arturo

Luciérnaga dijo...

Estoy con ustedes

Lola Torres Bañuls dijo...

Me gusta mucho el poema de los pájaros. Esta genial.

El del espejo también pero me gusta más el de los pájaros.

Gracias.

Laura Giordani dijo...

Y gracias a ti Jesus, por tu mirada y tus palabras. He visto una entrada en tu blog sobre el libro Marihuana para los pájaros... la leeré. Hace tiempo que quiero leer ese libro.

Un abrazo, amigo en la palabra.

Laura.

Laura Giordani dijo...

Lu: un abrazo, cuidate mucho.

Gracias.

Laura.

Laura Giordani dijo...

Hola Lola:

Agradecer tu paso por aquí y tu lectura. El poema sobre los pájaros fue un poema parido con dolor, con temblor y creo que eso se lee entre líneas.

Nos seguimos leyendo.

De corazón, gracias.

Laura.

Arturo Borra dijo...

Lu: gracias por dejar la huella de su paso. Para mí es un placer que te acerques por aquí.
Un abrazo grande.

Arturo Borra dijo...

Lola: Si bien el poema de los pájaros es rotundo, pienso que escribir sobre la espalda del espejo tiene su osadía e interés. Quizás lo que destaca del primero (el "plus semántico") es su desgarradura.

En cualquier caso, otra vez gracias por pasarte por aquí.

Un saludo cálido,
Arturo

Lola Torres Bañuls dijo...

Si arturo. Es posible que tengas razón.

Me doy una vuelta sobre sus versos para releerlo.

Laura es un gran placer leer tus versos.Gracias por ellos.

Lola Torres Bañuls dijo...

Sigo con mi cabezonería. Me gusta muchissímo el poema de los pájaros.

Una pregunta. Me han invitado a leer los clásicos como cosa necesaria casi obligatoria para aprender a escribir poesía.
Arturo y contertulios. ¿Vosotros que pensaís de ello?

Gracias.

Un abrazo.

Es muy bonito este blog. El diseño y todo me encanta.

Arturo Borra dijo...

Hola Lola. dado que estoy por aquí recojo la pregunta. Creo que hay que seguir leyendo a los "clásicos", pero más como punto de pasaje que como espacio de mímesis.
La cuestión es cómo se los lee: si en clave neoclasicista o en otra clave más contemporánea.
No sé qué dirán los demás: por mi parte, tengo claro que los leo para analizar una distancia. Está claro que "saltar" las tradiciones literarias es preanuncio de repetición.
Otra vez gracias por tus comentarios elogiosos.
Otro abrazo,
Arturo

Lola Torres Bañuls dijo...

Si creo que así es el tema de los clásicos. Leerlos pero teniendo en cuenta que están lejos del verso de ahora.

Me gusta mucho mas los versos libres.

Un saludo.

Arturo Borra dijo...

Lo dicho Lola: regresamos a los clásicos para evitar tanta repetición. Y es cierto que cuesta mucho leer poesía rimada, pero algunos poetas quedan en pie.
En fin, gracias otra vez por tus aportes.
Un saludo,
Arturo