viernes, 30 de mayo de 2008

«La rosa de Hiroshima» - Vinicius de Moraes


Piensen en la criaturas
Mudas telepáticas
Piensen en las niñas
Ciegas inexactas
Piensen en las mujeres
Rotas alteradas
Piensen en las heridas
Como rosas cálidas
Pero ¡oh! no se olviden
De la rosa de la rosa
De la rosa de Hiroshima
La rosa hereditaria
La rosa radioactiva
Estúpida e inválida
La rosa con cirrosis
La anti-rosa atómica
Sin color sin perfume
Sin rosa sin nada.


Vinicius de Moraes


Poeta brasileño nacido en Río de Janeiro en 1913.
Antes de terminar estudios de Derecho publicó el primer libro de poemas, "O Caminho para a Distancia" que le dio reconocimiento internacional.
Viajó a Inglaterra, estudió Literatura Inglesa en Oxford y posteriormente ingresó a la vida diplomática prestando servicios en Estados Unidos, Francia y Uruguay.
En 1956 escribió la obra de teatro "Orfeu da Conceição" llevada al cine bajo el título de "Orfeo Negro", ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 1958 y el Oscar en 1959.
"Nuevos Poemas II" publicado en la década de los años ochenta, contiene sus mejores poemas.
En contraste con su sólida educación, llevó por varios años una vida bohemia que le valió la expulsión del servicio diplomático.
Falleció en Río de Janeiro en 1980.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido Arturo, es impactante el poema de Vinicius, muy interesante el que se difundan poemas tan buenos, un abrazo, Antonio.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Arturo:

Desde niño escucho a Vinicius. Mi padre le encantaba Tom Jobim, Maria Bethania, Vinicius, Toquinho, etc.,

Bossa Nova es una manera de estar en el mundo.

Con permiso del ínclito Carlos Drumond de Andrade, ¡¡ mi vida está con la Bossa Nova del concierto en el Mar de la Plata!!

Saraváh, meu amigo, Saravah!!


Tu Viktor

CARLA BADILLO CORONADO dijo...

Arturo:
me alegra haber llegado a tu espacio, gracias al artículo que encontré en el blog de Viktor, comparto tu posición y tus argumentos. He dejado un comentario allá.
Por otro lado, llego aquí y me encuentro con poesía, y entonces digo: aquí me quedo... Además (¿coincidencia?)escucho al buen Vinicius quien en este preciso momento está cantando: Como dizia o poeta.

En fin, un abrazo desde la mitad del mundo,
Carla.

Arturo Borra dijo...

Querido Antonio, bienvenido seas a este espacio... y sí Vinicius, además de un exponente valioso de la Bossa Nova es uno de esos poetas que no nos dejan indiferentes. Como su rosa dañada, su rosa que duele en tantas regiones.
Gracias por pasar y dejar tu huella Antonio.
Otro abrazo,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Bueno Víktor, ya te veo bailando... música brasilera!!! No sabía de esa veta tuya, pero en fin, ya nos harás alguna demostración y de paso aprendemos un poco, que tengo mis piernas bastante duras últimamente.
Como sea, para no desviarme más, me alegra que Vinicius llegue hasta aquí, hasta tipos como vos, sensibles al otro.
Y aunque no sé portugués, me despido agradeciendo en castellano y con un "saudae" (o algo así) sincero.
Un abrazo fuerte,
Arturo

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querido Arturo:

Mientras Vinicius y sus infinitas fiestas noctivagas llenaban Río de magia, música y míticas reuniones de poetas y artistas Carlos oficiaba su poesía sería, rigurosa, ética en una más sobria y comprometida labor. Al menos así se veía el asunto.

Ambos fueron los más grandes poetas de su tiempo en Brazil.

Vinicius sería hoy en términos que por aquí identificarás rápidamente un poeta de la experiencia mientras que Carlos Drumond de Andrade sería un poeta de la conciencia. Ambos terminos son inexactos, pero orientativos.

Ambos poetas son sencillamente geniales.

Un abrazo,

Teu Víktor

Arturo Borra dijo...

Hola Carla, bienvenida a este espacio y también me alegra que puedas sumarte al debate (no tan público, a mi pesar) sobre la articulación entre sociedad y universidad, que no mantienen una relación de exterioridad sino que se determinan mutuamente. Del poema de Vinicius hecho música, me sorprende que se escuche tanto por distintas regiones del mundo.
Celebro que así sea.
Bueno Carla, muchas gracias por sumarte.
Un saludo fraterno,
Arturo

Arturo Borra dijo...

Ya ves Víktor, a veces hay que hacer 12000km para enterarse de lo que sucede a 1000... Paradojas del conocimiento... Y puesto que a Carlos Drumond lo conozco muy poco, tendremos que hacer alguna tertulia al respecto ;-)
Ya lo buscaré en algún archivo.
Mientras pibe, nos vemos en estos días (estimo que recién podrá ser el viernes, si es que vos podés).
Un abrazo fuerte,
Arturo

Luciérnaga dijo...

yo no sé qué decir.
os leo, a laura y a ti, pero no sé qué decir.

besos.

Arturo Borra dijo...

Hola Lucía, me alegra que pases por aquí... En ocasiones, lo esencial no es tanto lo que se dice sino decir, mostrar que uno está ahí (aunque a veces, tampoco yo lo hago saber).
Gracias entonces por estar.
Un abrazo,
Arturo


PD: ¡y que disfruten de la cena!