domingo, 18 de mayo de 2014
"la palabra en la oscuridad" - tres poemas de Isabel Mercadé
Aprender
Aprender
demasiado tarde
aprender
cuando ya no
aprender
cuando el cuerpo
y la piel
como si fueran
de otra
de quién
ya
No sé si
No sé si
buscar
la palabra
en la oscuridad
otro chiché
buscar
dónde
No habrá
Jadeas
en el silencio gris
y espero
carcajadas
respiras
la nada
sin bosque tortuoso
acechas
aves oscuras
un fulgor rojo
súbito estruendo
golpear de alas
que todo acabe
te inmolas
en tu amanecer
sin luz
no habrá
De Amapolas en octubre (Els ulls de Tirèsies, 39, 2013, Barcelona).
domingo, 4 de mayo de 2014
«un laurel pequeñito entre las piedras» -dos poemas de Luz Pichel
NO
SE SABE CASI NADA
A
ellas, que saben en el cuerpo de quién es su lugar
La
noche dona agua de abundancia,
todo
lo deja enlloviznando:
pies
la hierba,
cuerpos
la estaca de judías,
cabecitas
pobres cabecitas el pasamiento
de
los astros de la luz a lo neghro.
Parece
que quiere saír el sol,
los
gatos vanse enjugar
a
brincos.
Dos
azores se avienen,
averedados,
a
ras de las coles del gallinero.
¿Qué
tramarán?
Y
esa mujer que ghrita ^ en O Souto
como
si loca
como
local
o
como si madre
¿por
quién llamará a estas horas?
¿quién
le escapó de noche con la hija cativa ^?
Ladran
los canes,
¿estoy
sola en la casa?
Siempre un
ghrito ^ es último, final o derradero. Herradero también, pues grábase nel
cuerpo, como en caballo. Pero no es eso lo que se buscaba. Nadie gritó después
en esa aldea, nadie ghritó después, nadie allí nunca ghrita nunca allí ya no. Buscar
Cativa, buscar póla, buscar pola, buscar mencer. No hay Cativa allí, no hay risas, no hay póla, no
hay pola para un eco ni un albor. Piérdese el vocablo aghochado en una plaga de
mimosáceas. Lástima de posibles. Acacia
dealbata, bata de aldea cribando harina amarilla de amarillo chillón. Chillón no viene, no será; mimoseira no viene, no se reconoce,
dizque el vocablo del clan no es con propiedade. Pero no se perdió, mimoseira, no
es vocablo último. No hay que hacer vaticinios oscuros, no. Hay que ghritar,
los pueblos.
Cativa ^
es pequeña, bonita, una figura del mencer que rompe, queridiña. Cativa no tiene
edade de trabajar, Cativa es mala, desghraciada, ruin, no sirve. Cativasometida,
cativapresa. La mujer arrulaba en su dentro una niña cautiva desde lo
inmemorial, presa la tenía y bien se ve que sí.
LO QUE SE VE MIRANDO
Miro a ver qué se ve
por el postigo de la puerta de
las marionetas.
A ver qué se escucha.
Y vence las nueces en el nogal,
la hierba en el prado
la tapa del pozo neghro a ras del
suelo
la risa que no para de Cativa
una planta silvestre
Cativa toda sucia
una maravilla la raíz en las
aghuas negras
las risa retornada de Cativa
Cativa requemada del sol
una maravilla de color naranja a
la vera del pozo negro
la risa
un laurel pequeñito entre las piedras
Cativa
una malva escapada de la guadaña
buena para dormir
la risa de Cativa
Cativa sobra la tapa del pozo
negro
Un caballo al galope por el cielo
adelante
camino del Findaterra.
Cativa toda sucia requemada del
sol
la risa suya
Cativa que
mátase con la risa mirando brincar
una gallina descabezada.
Paréceme que todo queda puesto en
su sitio,
ya me puedo marchar.
De Cativa en su lughar/ casa pechada (Diminutos salvamentos, Madrid, 2013)
Luz Pichel
Más poemas, aquí.
domingo, 13 de abril de 2014
«una sombra debajo de la lengua»: poemas de Bernard Noël
es la verdad lo que necesito
B.N.
En ninguna parte
alguien no puso su mano en mi nuca
también la falta carece de rostro
está ahí solo como un tacto frío
un recuerdo de la soledad perfecta
TGV
la noche viene lenta y gris un virus en el aire
la mirada procura sentir su invasión
una humareda tres casas una raya de nieve
cómo ver la penetración de la imagen
su reflujo cuando las palabras la expulsan
pero nada y nada y nada un redondel de luz
algunas formas entrevistas en la velocidad
lengua barrida por la ventolera del tiempo
lo negro ha empapado ya todo el espacio
cada cosa reducida así a su humo
la soledad se extiende en la ventana
por qué siempre hendida la belleza
dorada de una boca que balbucea
la impronunciable contraseña
y no hay medio de quitarle ojo
mientras el amor se lastima
lluvia de espacio y la boca no sabe
si ahí mastica aire crudo o aliento
tú ocultas una sombra debajo de la len
gua le prendes fuego al tú el silen
cio canta entre las llamas un árbol
se cubre de ojos su madera declara
la guerra a la vista las palabras no
tienen ya su curso lames la huella de
sangre en el sexo de la mente ahí
está el fluido el ventoso cuchillo
que corta el verbo en la garganta
Bernard Noël, El resto del viaje
y otros poemas, edición bilingüe de Miguel Casado y Olvido García Valdés,
Abada, 2014, Madrid.
domingo, 2 de marzo de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Recital poético solidario: "Acercando orillas", Jueves 27 de febrero, 19:00 hs, La Nau (Valencia)
Jueves 27 de Febrero
19:00 hs.
LA NAU, C/ Universitat 2
En el marco de la campaña solidaria “Yo dono” que tiene como fin recaudar fondos que permitan mejorar la ayuda a inmigrantes y refugiados en situación de especial vulnerabilidad, Accem Valencia invita a todos los interesados al recital poético solidario “Acercando orillas”.
Participarán poetas de distintos grupos de poesía que desarrollan su actividad en la ciudad de Valencia.
Participarán poetas de distintos grupos de poesía que desarrollan su actividad en la ciudad de Valencia.
Participantes:
1. Aldo Alcota
2. Mar Benegas
3. Arturo Borra
4. Guillermo Cano
5. Bibiana Collado
6. Elena Escribano
7. Jesús Ge
8. Laura Giordani
9. Víktor Gómez
10. Luïsa Lladó
11. Antonio Martínez
12. Vicent Nacher
13. María Peyró
1. Aldo Alcota
2. Mar Benegas
3. Arturo Borra
4. Guillermo Cano
5. Bibiana Collado
6. Elena Escribano
7. Jesús Ge
8. Laura Giordani
9. Víktor Gómez
10. Luïsa Lladó
11. Antonio Martínez
12. Vicent Nacher
13. María Peyró
14. Begonya Pozo
15. Sergio Pinto Briones
16. David Transhumante
15. Sergio Pinto Briones
16. David Transhumante
miércoles, 12 de febrero de 2014
sábado, 11 de enero de 2014
Poemas de Susana Thénon: "donde el aire se asfixia y el miedo es impune"
![]() |
Fotografía de Susana Thénon |
Aquí, ahora
Sé que en algún lugar
la alegría se desparrama
como el polen
y que hace tiempo
los hombres se yerguen
como jardines definitivos.
Pero yo vivo aquí y ahora,
donde todo es horrible
y tiene dientes
y viejas uñas petrificadas.
Aquí, ahora,
donde el aire
se asfixia
y el miedo es impune.
Mediator Dei
El contrabandista de los miedos
antiguos,
el malabarista delirante en su
balcón rojo
(con pequeños pies oxidados),
baña las manos en el pecho de las nubes
y se cubre de azul para no ver sangre.
Uno
Decirte
que yo soy 1 más
dentro del NO mundo.
Decirte
idiomas con espinas bajo las
uñas.
Decirte
nada
para tu algo casi nada.
![]() |
Fotografía de Susana Thénon |
Nombres
En la desolación de mi sangre,
bajo la angustia que me enceguece
yo busco nombres para mi amor:
mi amor casi odio,
apenas sol.
Susana Thénon (Buenos Aires,
Argentina, 1935-1991), poetisa, traductora y fotógrafa, fue contemporánea a Juana
Bignozzi (1937) y Alejandra Pizarnik (1936-1972), aunque no forma parte de
ningún grupo literario. Publicó junto a Alejandra Pizarnik la Revista Literaria
“Agua Viva” (1960). Algunas de sus publicaciones literarias son Edad sin tregua (1958), Habitante de la nada (1959), De lugares extraños (1967), Distancias (1984), Ova completa (1987) y la obra póstuma La morada imposible (2001), con la edición a cargo de Ana María
Barrenechea y María Negroni.
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